Después de un largo curso de trabajo en el que hemos tenido que redoblar esfuerzos para competir en un entorno austero, con mayores cargas de trabajo y presiones adicionales en las organizaciones en las que prestamos nuestros servicios profesionales. La posibilidad de disfrutar de unas vacaciones, supone un balón de oxígeno que nos permitirá retornar a nuestro puesto de trabajo con energías renovadas.
Por tanto, el que nuestros colaboradores disfruten de unas vacaciones correctas, nos permitirá atender satisfactoriamente los proyectos en curso, e incluso asumir nuevos retos a su vuelta, con más energía si cabe.
A pesar de lo anterior, hay colaboradores que son más reticentes a tomar vacaciones, al creer que el rechazarlas continuamente les sumará puntos a la hora de acreditarse ante un potencial ascenso. Pero en la práctica, no encuentro ninguna razón para pensar que este se produce de este modo.
Al margen de los beneficios empresariales que acarrea el disfrute de las vacaciones, también existen beneficios de otra índole, como por ejemplo los de carácter personal. Ya que si no las disfrutamos, difícilmente podremos contar con una vida social y familiar satisfactoria, y también será complicado contar con el tiempo de relajación, de ocio, e incluso de la salud que necesitamos.
En Pymes y Autónomos | Gestionar la energía a la vuelta de vacaciones Imagen | N08