Esta semana está siendo noticia la conciliación laboral y la racionalización de horarios en las empresas.
Aunque tener una normativa que lo favorezca es necesario, no se puede olvidar que, en ocasiones, las jornadas draconianas vienen impuestas por nosotros mismos.
Quieres trabajar menos, pero no puedes imaginar cómo conseguirlo, especialmente desde que tienes la sensación de que te vas quedando descolgado.
Lo primero que hay que hacer en esta situación es comenzar por decidir cuánto deseas trabajar. Establezce un rango objetivo de horas, por ejemplo, 35-40 horas por semana, y usa ese rango como punto de parada.
Si la elegir un rango semanal es abrumador, comienza por establecer un objetivo incremental, como llegar 15 minutos más temprano al trabajo.
A continuación, determina las tareas que debes llevar a cabo de forma semanal y diaria dentro de este calendario para sentirte cómodo terminando su jornada de trabajo a tiempo.
Si descubres que todavía tu jornada no se acorta identifica qué te lo impide: ¿Demasiadas reuniones? Interrupciones? ¿No hay suficientes recursos? Aborda el problema específico que te está limitando.
Al principio, estos cambios en tu horario probablemente te resultarán incómodos, pero después de unas semanas, te volverás emocionalmente resistente a las pérdidas de tiempo e influirá positivamente en tu racionalización de horarios.
Imagen | andreas160578 En Pymes y Autónomos | Jornadas draconianas, para nada