No hacen falta encuestas. La mayoría de los propósitos que nos hacemos el 31 de diciembre no llegan a buen puerto. Algunos por ser poco realistas y otros por falta de constancia. Las buenas intenciones no es lo único que necesitamos para alcanzar nuestras metas.
Para lograr que este año sí se cumplan nuestros sueños deberemos invertir en compromiso, tiempo y esfuerzo. Con cerrar los ojos y desear mucho algo, no sucederá. Ese nuevo proyecto para 2018 debe ser fruto del trabajo diario.
Constancia, la reina de cualquier proyecto
Sin constancia no hay resultado que valga. Los cambios no se producen de una manera mágica. Nadie llama a tu puerta y te ofrece un trabajo. Tu teléfono no suena o ese correo no llega si tú antes no has sembrado.
Invertir en luchar día a día por lo que deseas es lo que funciona. No hay más truco que ese. Echar horas. Echar ganas. Echar ilusión. En definitiva: pelear por lo que deseamos de una manera realista.
Tu primer proyecto: crear un hábito
Todos hemos preparado algún examen. Una carrera, un módulo, una oposición. Nunca creíamos ver el día D llegar. Pensábamos que perdíamos el tiempo cuando estudiábamos,pero no hay mejor inversión que dedicar una hora, media o el tiempo que dispongamos a estudiar.
Y estudiar se puede cambiar por comenzar un proyecto, un trabajo, etcétera. Todos los días. Sin excepción. Los hábitos son los que construyen las ideas, logran que los proyectos se cumplan pero no de hoy para mañana sino como producto de nuestro trabajo cotidiano.
La actitud es lo único que mueve el mundo
De nada sirve que tengas una idea brillante. Ni tan siquiera si tienes un plan. Lo fundamental es la actitud la carrera de fondo. No hay que esperar. No hay un día mágico que sea el indicado para cambiar, para comenzar.
No hay que posponer los planes y sí lanzarse a la piscina cuanto antes. Sin miedo. Porque si echamos la vista atrás, las cosas que hemos logrado nunca han sido fruto de un día sino de esfuerzo y años.
Pero siempre hubo ese primer paso, por lo tanto, no dudes en darlo cuanto antes. Siendo concreto, organizado, realista y con una actitud que vaya de la mano del disfrute las metas no sólo serán metas sino un camino que recorrer menos árido.
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