Si estar presente en algunas redes sociales o abrir un blog puede ser necesario en algunos negocios, saber cómo emplear cada una de esas herramientas lo es aún más.
Hoy día encontramos consejos, claves para obtener una imagen online que roce la perfección. Cuándo debemos escribir un artículo, cómo mejorar el contenido que ofrecemos al lector, cómo crear un concurso, cuándo lanzarlo... Pero, ¿sabemos cuándo dejar de hablar de nosotros y de lo buenos que somos?
Obvio. Si quiero acercarme a una empresa, lo haré si me garantizan que sus servicios son los mejores, pero ¿me importa tanto si ayer, hace un mes o todos los años les dan un premio?
Resulta llamativo esa parte de ego que a muchos les gusta mostrar en la red. Normalmente son fotografías del equipo celebrando que les han otorgado un premio, hasta ahí, normal. Lo curioso es cuando lees, compruebas que apenas hay contenido de lo que hacen.
Es difícil encontrar esa delgada línea roja entre mostrar y demostrar que si nos han concedido un premio es por una serie de méritos y éste ha de aparecer en nuestra página web, en el blog y en redes sociales.
Es comprensible y humano que un reconocimiento nos haga perder los papeles durante un momento y deseemos 'bombardear' con muchas fotografías con el galardón y mensajes de los propios componentes de la empresa diciendo: "Somos los mejores".
Encontrar el término medio y tener los pies en la tierra nos vendrá bien. Si somos clientes de la empresa, nos alegrará que por quien apostamos consiga un reconocimiento.
Olvidar que un éxito es algo que se logra gracias al esfuerzo de todos, y no recordar que el cliente también está ahí es puede ser un error. No cuesta mucho incluirlo, hacerlo públicamente partícipe de esa alegría colectiva.
Los premios generan prestigio y confianza pero la ostentación exagerada no gusta. Sobre todo, si como resaltamos, el perfil de la organización carece de contenido y de repente, sólo aparecen fotografías de gente pegando brincos. El cliente no desea una web cargada solo de galardones sino de soluciones durante todo el año.
En Pymes y Autónomos|Las pequeñas victorias (y premios) que también son imprescindibles en la empresa , La humildad, valor obligado de las empresas en esta era digital
Imagen|Gabriel S.Delgado C.