Recientemente he vivido la mala experiencia, a través de un conocido de lo que significa convivir en una empresa con una persona narcisista. Añadamos también que se trataba de su superior y de que intenta por todos los medios que se marche porque no soporta la idea de que alguien le haga sombra.
Un narcisista de entrada ya es una persona de la que salir huyendo, pero no siempre es fácil, puede pertenecer a tu entorno familiar o peor aún, al laboral donde dependes de sus decisiones para continuar o no trabajando.
Autoestima alta, bien. Estima por los compañeros, también
Tener la autoestima alta es positivo, nada que reprochar a quien tiene un buen concepto de sí mismo y una ambición sana por destacar en la empresa, eso sí, sin pisar a los demás.
El problema viene cuando uno lo que está es encantado de conocerse y convierte ese amor propio en desprecio por los demás. Suele tratarse de personas conocidas como encantadoras de serpientes que pueden caer muy bien a una gran mayoría, y centrar sus energías en desprestigiar a un compañero o a un empleado mientras sonríen al resto.
El narcisista no tolera que otra persona destaque
Cuando nos gusta nuestro trabajo, lo normal es que lo demos todo. Que hacer más horas no implique un desgaste porque creemos en el proyecto para el que nos han contratado. Algo tan lógico, no siempre es entendido por todos.
Una personalidad narcisista es envidiosa, cree que todo el mundo tiene envidia por ser perfectos y por esta razón cualquier comportamiento que se salga de lo común es tomado como una amenaza, en este caso: dedicar más horas al trabajo.
Cómo sobrevivir a un ególatra en tu trabajo
No es fácil si intentan hacerte la vida imposible mediante mensajes u órdenes que te desacrediten o intentando que no destaques demasiado del resto por hacer bien tu trabajo.
Pero lo que les hará felices será que caigas en sus redes y la desmotivación se apodere de ti. No seas como ellos y carezcas de falta de empatía, siente compasión por su comportamiento y no les sigas el juego.
No sentirse inferior es un gran logro ante este tipo de personas que buscan ser el centro de atención; valorar a los otros sin juzgar como ellos hacen, no te convertirán en un ser tan vacío como ellos.
La llegada de las redes sociales ha potenciado que el narcisismo se convierta en lo habitual, hasta en algo normalizado. Vivir para los halagos y los likes, de entrada ya es deprimente, pero trasladar eso a tu entorno laboral, aún más. Estos narcisistas es como si necesitaran hacerse una foto simbólicamente, cada vez que dan un paso.
Olvidan que el mundo no gira alrededor suyo, y peor aún, olvidan que sin sus compañeros o sin sus empleados, la empresa dejaría de existir. Al menos, un buen líder o un líder inteligente sabe que debe rodearse de gente tan brillante o más que él. Y para eso se necesita tener valor y humildad.
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