Vender. Nos pasamos el día vendiendo y comprando. Vendemos nuestras ideas, nuestro trabajo a cambio de un sueldo. Y no es malo. No hay nada peyorativo en vender. De hecho, a nivel profesional es una de las profesiones más duras pero si hay vocación, también es una de las más satisfactorias.
El cómico Andreu Buenafuente, suele contar que su padre tenía un don para vender que iba de la mano de una forma de hablar que enamoraba a los que le escuchaban. Tener una estrategia y ese don es lo ideal para un vendedor, pero algunos confunden la labia con vender más o mejor.
Vender es algo más que hablar mucho
Con vender sucede lo mismo con hablar en público. Existe una ligera confusión con lo que implica ser una persona habladora con una persuasiva. Un buen vendedor no podría poner toda su confianza en poseer una buena labia. Porque con ello, sabría que las ventas no estarían aseguradas.
Al igual que al escribir con un fin: el de mantener la atención del cliente, el buen vendedor sabe escoger las palabras adecuadas, sabe escuchar y sabe mantenerse en silencio. Y por supuesto, tiene claro que el cliente merece respeto y no está ahí para oír lo bien que habla.
Formación para vender usando las palabras correctas
Cuando una empresa busca un comercial, normalmente le "enseña" a vender en una semana. Un libro, unas cuantas frases mágicas y poco más.Y así, sin experiencia y sin una base más sólida que un método exprés, pretenden que incrementen las ventas de su producto. Por esta razón, siempre se necesitan comerciales.
Pero los buenos vendedores pertenecen a otra escuela. Es el caso de Javier Heredia o de Joel Pinto dos referentes en el arte de vender. Que entienden esta profesión como una pasión, una afición. En definitiva, como bien dice uno de ellos, la venta es un estilo de vida.
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