Que la crisis agudiza el ingenio sin duda es cierto. Que las grandes marcas tienen grandes ideas no tanto. O al menos, no siempre es así. Sin embargo, cuando una pequeña empresa o marca decide diferenciarse de su competencia y utilizar tácticas publicitarias y de marketing, procura dar tres o cuatro vueltas a su proyecto. Debe impactar, no dejar indiferente al personal pero sobre todo, debe ayudar a vender más.
Este caso lo he encontrado en Good save the Brief, donde nos muestran cómo una tienda de depilación decide que repartir los típicos flyers debe ir más allá de un chico o una chica en mitad de una calle transitada a los que los transeúntes ignoran. Bienvenida sea la creatividad práctica pero sobre todo el sentido de humor.
¿Qué relacionamos con la depilación? Gritos, unas tiras sobre la piel y alguna sonrisa forzada. Todo eso reúne esta acción de marketing en la calle.Se invitó a los espectadores a que mediante unas tiras de cera que cubrían el cuerpo de un modelo masculino, tiraran de ellas y además de hacer sufrir al chico, obtuvieran cupones de descuento.
La estrategia contaba con varias sorpresas: las tiras-cupones y qué información ocultaban, y sobre todo el divertimento para descubrir qué pasaría en el momento en el que se quedara sin ninguna 'prenda' de vestir. A medida que más y más personas retiraban las tiras de su cuerpo ¡le quitaban algo de su vello!
Esto ocurrió en las calles de Toronto, pero en España también hay talento y sentido de humor como para llevar a cabo este tipo de acciones que ni son excesivamente caras y sí tienen una gran repercusión en su público objetivo y además consiguen llegar a más personas gracias a la utilización del vídeo, en este caso a través de Youtube.
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