La pandemia ha golpeado de forma dura a muchos sectores. El turístico está en primer lugar. Y los hoteles han sido unos de los grandes perjudicados. Esto lleva a la patronal del sector, la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) a solicitar un plan de choque por parte del Gobierno. Porque tras años siendo la locomotora económica y del empleo, el sector hotelero pide ayuda.
La realidad es que viviendo en una Comunidad Autónoma donde el turismo es la principal vía de ingresos con diferencia sobre el resto puedo decir que ningún año he oído que los hoteleros no se quejaran. Incluso en una década donde han ido superando récord de turistas tras récord hasta llegar a la masificación. Quejas comunes son el poco gasto medio de turista por año, la reducción de los días de pernoctación, el daño que hacen los alojamientos no regulados o el escaso margen que les dejan los touroperadores.
Ayudar a un sector clave para la economía española
El hotelero está acostumbrado a llorar. Porque incluso en un año tan malo como éste, hay una parte que ha tenido buenos resultados. El turismo rural y de interior ha tenido un gran verano, con mucha gente intentando huir de la masificación en entornos rurales. Posiblemente la tendencia dure durante el otoño y hasta primavera, con gente queriendo oxigenarse fuera de las grandes ciudades.
Más allá de las peticiones, lo cierto es que los hoteles son una parte fundamental de nuestra economía. Y contribuyen también como otros sectores y necesitan ayuda. Por mucho que vengan de una buena época en sus balances económicos, no hay empresa o grupo empresarial que haga una provisión de fondos por si viene una pandemia y tenemos una año en blanco.
Pero tampoco las ayudas les tienen que salir gratis. Hay que exigirles que creen empleos de más calidad y durante más meses del año. Que no se queden en el turismo de sol y playa de Paco Martínez Soria y José Luis López Vázquez, sino que ofrezcan las ventajas competitivas que tenemos frente a otros mercados para desestacionalizar el turismo y crear empleo todo el año. Es aquí donde el Gobierno de turno tiene que hacer un esfuerzo para que el sector cree más valor añadido todavía, genere más empleo y durante más tiempo.
Y preparar un plan para adelantar la temporada del año que viene. Muchos ya están cerrando para minimizar pérdidas este año, pero con las medidas adecuadas estarían dispuestos a anticipar la apertura del próximo año, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de sus clientes estarán también deseosos de disfrutar de aire libre, buen tiempo y un clima más agradable que el que tienen en el norte de Europa.
Que le vaya bien al sector hotelero en 2021 significará que le irá bien al PIB, se generará más empleo e ingresos para la Seguridad Social y se podrá empezar a devolver todo lo que hemos tenido que pedir prestado como país para aguantar estas empresas a salvo. Por eso no puede seguir como hasta ahora, contratando lo más tarde posible, apenas dos o tres meses, con salarios a veces de miseria y condiciones laborales bastante penosas.
La oferta complementaria está sufriendo más la crisis
¿Hay que facilitar ERTES para el sector hasta la Semana Santa de 2021? Creo que no sería lógico si lo que queremos es que abran lo antes posible. Primero hacer que España sea un destino seguro, después promoción de dicho destino y trabajo con touroperadores para que vengan los clientes de estos hoteles. Tiene más lógica facilitar liquidez al sector con créditos que luego devuelvan que otro tipo de medidas.
Los ERTES serían más efectivos para los pequeños negocios que también viven de ese turismo que no ha llegado este año. Más necesidad tendrá la oferta complementaria, con muchos menos recursos que estos grandes grupos, pero igual de deseosos de tener ayudas.