Uno de los factores más importantes para la recuperación de la crisis económica tiene que ver con los ingresos y lo que aporta al PIB el turismo. La temporada de verano la podemos dar oficialmente por terminada. Ha sido más bien como salvar lo que se pueda cuando se ha producido un incendio. Pero no podemos engañarnos, la clave de la recuperación es anticipar la temporada turística de 2021.
Y esto es algo que no se puede improvisar. Porque por un lado implica que a nivel sanitario nuestro país baja de forma considerable sus tasas de contagio, especialmente en las zonas receptoras de turismo internacional como islas o costa mediterránea. Por otro implica una importante campaña de promoción de España como zona segura para el turista, pero también como mucho más que sol y playa.
Tras un otoño y un invierno que se avecinan duros también en el norte de Europa, ¿a quién no le apetecería hacer cualquier actividad al aire libre aprovechando el buen tiempo de primavera? Es aquí donde hay que trabajar. Primero con la promoción exterior y los touroperadores, para lograr atraer a esos turistas que en muchos casos necesitan respirar un poco fuera de sus ciudades de origen.
Después hay que trabajar con hoteleros y oferta complementaria. Por un lado dando seguridad jurídica y normas claras de cómo se va a abrir y en qué condiciones. Por otro lado haciendo que la planta hotelera vaya abriendo mucho antes de lo que lo hace en otras temporadas, más si cabe teniendo en cuenta que quizás la ocupación de los hoteles y zonas comunes no pueda llegar a su máximo aforo.
Abrir un par de meses antes significa muchas empresas facturando, muchos empleados que han salido de los ERTE, muchos negocios y oferta complementaria que dependen del turismo en movimiento. Y una recuperación económica mucho más rápida. Si esperamos al verano tal vez sea ya demasiado tarde para muchos. Hay que tener trazada ya una estrategia y el primer paso es conseguir la seguridad sanitaria para que nos vuelvan a ver como un destino seguro. Y en eso todos tenemos que poner de nuestra parte mientras no se vacune de forma masiva a toda la población.
A partir de aquí como sociedad tenemos que pensar qué modelo turístico y económico queremos para el futuro. O diversificamos o si tenemos la mayor parte de nuestra economía dependiente del turismo, la próxima crisis que llegue estaremos igual. Y ya es hora de buscar y potenciar otras oportunidades que tenemos como país.