El Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que es la retribución mínima que puede percibir un trabajador o trabajadora por desarrollar un trabajo a tiempo completo en una empresa afincada en España, se congelará en la cuantía de 645,30 euros, siendo la segunda ocasión en la que se hace tras la congelación que tuvo lugar en el pasado año de 2012.
Esta decisión que ya estaba previamente consensuada entre el ejecutivo de Mariano Rajoy, la patronal y los sindicatos, confirma una vez más la devaluación interna que se está practicando en España para lograr que nuestras exportaciones de bienes y servicios sean más competitivas en precio, y así mejorar nuestra balanza exterior.
Esta situación que no es igual a que tiene lugar en otros países de nuestro entorno, especialmente en comparación a la de nuestros socios económicos del núcleo duro de la Eurozona, nos ha llevado y nos está llevando a una pérdida de capital humano, que no solo en el caso en el que se encuentren sin trabajo, sino que también por la búsqueda de una mejor retribución y sistemas de compensación profesional, están abandonando nuestras empresas para emprender nuevas oportunidades en el exterior.
Quizás, deberíamos fijarnos menos en la contención de esta variable y fijarnos más en la productividad, estableciendo las métricas adecuadas, porque a futuro tendremos un problema muy serio si no dejamos de fijarnos únicamente en las variables nominales.
En Pymes y Autónomos | ¿Serviría de algo aumentar el Salario Mínimo Interprofesional? Imagen | 401 k