Esta semana hemos asistido a un movimiento de ajuste que ha armado algo de revuelo en la red. Se han cerrado tiendas en Facebook de GameStop, una de las apuestas que más titulares acaparó en su momento pero que ahora casi un año después echa el cierre. Creo que es una cuestión más que nada de expectativas y resultados, y en este ámbito está claro que las tiendas de Facebook no tienen los resultados esperados por los analistas que al final son los que mandan en estas cuestiones.
La cuestión es ofrecer algo distinto a lo que ya tenemos en las tiendas online, la compra social o F-commerce, como muchos la han venido a llamar. La compra social es un concepto al que muchos estamos acostumbrados. Nos vamos de compra en compañía de otros a comprar nuestra ropa, música, discos, etc. En general todo lo que tiene que ver con el ocio. El problema es que la experiencia tal y como está diseñada en Facebook no parece atractiva para el usuario.
Facebook como apoyo a la venta
Esto no significa que Facebook no sea una magnífica plataforma para el apoyo a la venta final del producto. Las recomendaciones de otros usuarios, las opiniones sobre determinados productos, o el acceso a promociones son cuestiones en los que Facebook y los medios sociales pueden servir de apoyo para aumentar las ventas.La cuestión es el nivel de inversión necesario para montar una tienda en Facebook, las comisiones que tenemos que pagar, el número de intermediarios, en definitiva, hacen que la rentabilidad de este negocio no sea atractiva para las empresas. Muchos pueden verse seducidos por la cifra de 800 millones de usuarios de Facebook, pero eso no significa que vayan a comprar en nuestra tienda, y ni siquiera que entren a mirar.
Además, desde el momento que tenemos la tienda online a un click, dónde todas las empresas ya tienen una experiencia mucho más amplia que en Facebook, y además no supone una ruptura del canal de comunicación, no tiene mucho sentido la venta a través de la red social. Sobre todo si no aporta nada más de valor añadido para el usuario sobre la venta online.
Facebook es un agujero negro para la productividad. Es decir, es un lugar donde la gente va a pasar su tiempo, libre o no. En este aspecto es lo más parecido a un gran foro público donde además nos encontramos con los amigos. Y charlamos y compartimos experiencias de nuestra vida, también de compras. En este aspecto estar presentes es necesario para promocionar productos, marcas, servicios y a la vez facilitar todo el proceso postventa.
Inversión vs. beneficio
Al final todo se reduce a una inversión efectuada por la empresa para obtener un beneficio. Ya hemos hablado alguna vez cómo no hay que estar por estar, o porque está mi competencia en una red social. Toda la inversión en recursos, auncios, etc. en las redes sociales al final tiene que traducirse en una mejora de las ventas. La cuestión es que es difícil medir estas cuestiones puesto que muchos comenzaron su apuesta por estos medios en el inicio de la crisis.
Si hemos visto que el comercio electrónico continúa creciendo no podemos desaprovechar esta oportunidad. Y en este aspecto Facebook supone una estupenda plataforma de apoyo. Pero también en el comercio tradicional. No debemos quedarnos sólo en la venta online. He visto tiendas tradicionales que realizaban una estupenda labor a través de Facebook con sus clientes, acercándolos a la tienda con promociones, añadiendo novedades, en definitiva manteniendo un vínculo entre cliente y empresa.
En este punto la inversión es pequeña, más que nada en tiempo, podemos aprovechar los tiempos muertos de nuestros negocios para hacer fotos de los productos que tenemos y publicarlos en la red social, a modo de escaparate social, lazar promociones puntuales, etc. Se trata de aprovechar el aspecto viral que nos puede dar la red social, y esto al fin y al cabo también es F-commerce, ¿o no?
Vía | Error500 En Tecnología Pyme | Tres alternativas para crear una tienda en Facebook Imagen | Flickr | whatleydude