Lo primero que deberíamos tener en cuenta es que necesitamos adaptar o cambiar nuestro TPV para que acepte este tipo de pagos. Esto puede suponer un coste que tendremos que negociar con la entidad bancaria con la que tenemos contratado el mismo. También tendríamos que ver qué comisiones tiene este tipo de transacción.
NFC, carteras electrónicas y la resistencia al cambio del uso de tarjetas
Entre sus principales ventajas tendríamos que basta con acercar el smartphone al TPV para que se comuniquen de forma segura, intercambien datos y se realice el pago. Sería un medio de pago muy cómodo para un taxi, por ejemplo, o para instalar sistemas de autopago en los comercios, evitando muchas colas.
Por otro lado, si facilitamos a los clientes este tipo de pago nos va a permitir diferenciarnos un poco de la competencia, pero también identificar a un cliente habitual que ha repetido varias veces y al que podemos realizar ofertas para conseguir fidelizarlo. Este sería uno de los grandes valores para el pequeño comercio.
Pero esto viene chocando con una resistencia al cambio de muchos usuarios que no acaban de convencerse de llevar medios de pago en el teléfono móvil. Lo cierto es que no es nada frecuente ver que alguien paga con este tipo de alternativas. Y sin embargo todos los fabricantes de teléfonos, las principales entidades de pago con tarjeta, etc. están apostando por ello.
Habrá que ver el efecto arrastre del iPhone 6 en los pagos con NFC
El último ejemplo podría ser el nuevo iPhone 6, que promete venir con un gran acuerdo bajo el brazo con Visa, MasterCard o American Express para incorporarlo y hacer que iTunes se convierta también en un medio de pago digital. Porque aunque no utilicemos el móvil para pagar, en la mayoría de los casos ya tienen nuestros datos de pago, en la cuenta de iTunes o de Google Play, por citar dos ejemplos.
Quizás sea más una alternativa para países que tienen una implantación menor de la tarjeta de crédito que en el nuestro, donde la mayoría de la gente ya está habituada a su uso. No dudo de que al final acabe implantándose, pero como una forma de pago secundaria, más que el medio principal.
La única ventaja que le veo es que hoy en día el smartphone va con nosotros a todas partes, por lo que siempre tendríamos un medio de pago a nuestra disposición, no así la tarjeta, que si eres despistado como es mi caso puedes salir de casa sin cartera tranquilamente.
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