A la hora de buscar un puesto de trabajo el currículo marca de forma significativa nuestra oportunidad para lograrlo. Pero luego están los intangibles. Como ocurre en muchos ámbitos hay cuestiones que no se pueden medir, que no aparecen en esa descripción que hacemos de nuestro conocimientos y experiencia que se entrega para optar al puesto. Pero cuenta, y mucho, a la hora de quedarse con el puesto. Por eso vamos a ver cómo debería ser el empleado ideal para las empresas.
Seguro que a más de uno le ha venido la respuesta a la cabeza de forma inmediata, qué trabaje todas las horas que le pidamos y cobre lo mínimo. Pero lo cierto es que no todas las empresas siguen la política de tierra quemada con sus recursos humanos. Algunas cuidan a sus empleados para que sean felices en su trabajo ya que esto irá en beneficio de la empresa.
Cómo reflejar los valores que aportamos como trabajadores
Tal vez en el currículo no se reflejen de forma adecuada estos valores que las empresas buscan, pero el candidato siempre puede expresarlos en su carta de presentación. Para ello es fundamental personalizarla para cada una de las vacantes a las que se quiere acceder.
No es el único modo. Las redes sociales laborales, como Linkedin, dejan espacio para este tipo de valores, donde responsables que han trabajado con nosotros, compañeros o gente con la que hemos colaborado pueden incluir reseñas sobre nosotros, recomendaciones y valoraciones donde dejan constancia de nuestra actitud en el trabajo.
Los valores del empleado ideal
Algunos de estos valores que las empresas buscan en los empleados son los siguientes:
Compromiso, que es quizás el más importante. La empresa busca que el empleado con el que firma un contrato se comprometa con el éxito del proyecto. A medida que la empresa es más pequeña se le da mayor importancia. Para mantenerlo a largo plazo tiene que ser recíproco, ya que el empleado también valora que la empresa se comprometa con él, mejorando su salario, sus condiciones laborales, etc.
Superación y esfuerzo, un empleado que mejora a lo largo del tiempo, que no se queda en su zona de confort. Y con ello no solo mejora el empleado, sino que la empresa es más productiva. Es fundamental en este sentido ofrecer planes de formación que sean interesantes para ambas partes.
Responsabilidad un valor clave para muchas compañías, puesto que parte de su prestigio, de su reputación dependerá de la responsabilidad de sus empleados. No se trata solo de serlo a la hora de asumir plazos de finalización y cumplirlos, sino también en el uso de las herramientas de empresa que se proporcionan. No es el primer caso de compañías que filtran datos de clientes por una irresponsabilidad de alguno de sus empleados.
Iniciativa es un valor controvertido. Hay empresas que lo valoran mucho y otras que prefieren que el trabajador no aporte. Porque tomar la iniciativa, no es solo proponer, sino que muchas veces implica decidir. Y no todas están dispuesta a ello. También porque proponer soluciones que luego no sean tenidas en cuenta puede generar frustración.
Empatía algo muy importante para ponerse en el lugar del otro. Para hacerlo en lugar de un compañero, pero también de un responsable directo cuando una decisión no nos gusta. Esta empatía contribuye de forma notable a crear un buen ambiente de trabajo.
No son los únicos valores que un candidato puede destacar. Y seguro que dependiendo del sector en el que opere la empresa hay otros que se podrían incluir como valores ética o la honestidad. La realidad es que no es fácil en muchos casos reflejar todas estas cuestiones en la presentación del candidato que es el currículo, pero sin embargo si deberíamos exponerlos en la entrevista.
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