Goliat ahora no tiene forma de soldado gigantesco sino de macrocentro comercial. El pequeño comercio lleva años luchando contra estas superficies. Y al igual que David, tratan de derrotar al grande, con sus 'armas'.
No hay día en el que una agrupación de comercios, proteste por la apertura de una gran superficie. Se unen dos factores negativos: la competencia y la libertad de horarios comerciales.
Durante estos meses los pequeños comercios han asistido con desesperanza y escepticismo a las proclamas de los partidos políticos para potenciarlos.La queja persistente del comerciante es la del escaso apoyo y el favoritismo hacia las grandes superficies. La apertura en domingos, resulta para muchos el principio del fin para el comercio tradicional.
Si a este aspecto, le añadimos la elevada fiscalidad y que la burocracia para una contratación sea exagerada, tenemos un cóctel explosivo.
En la ciudad de Alicante, llevan años intentando abrir un Ikea. Pero el problema viene de la mano de un macrocentro comercial que absorbería a todos los clientes. Pero éste es sólo un apunte. ¿Cómo se debería apoyar al pequeño comercio desde las instituciones?
Un ejemplo sería potenciar su imagen a través de la página web junto a los atractivos turísticos culturales, del municipio. En muchas localidades, se promociona el comercio local de esta manera.
En general, los autónomos protestan por situaciones que podrían agilizarse como la contratación de personal, con menos 'papeleo' y más facilidades para quienes han de pagar religiosamente sus cuotas.
Pero la visibilidad es fundamental. Calles peatonales, facilidad para poder aparcar, limpieza, promoción de las zonas comerciales, convertirían dichas zonas en centros comerciales urbanos. Mientras tanto, los pequeños comercios, continúan organizando jornadas lúdicas para atraer al cliente.
Es aquí donde las asociaciones se unen para que no termine desapareciendo del paisaje las tiendas de toda la vida, y las de algunos emprendedores que comienzan a plantearse si su decisión fue la acertada.
Algunos han dado el salto a Internet y ven algo de luz, porque no esperan a que sean otros los que mejoren el escenario en el que se encuentran. Ahora sólo falta que además de querer posicionar y que perdure su negocio en la calle, lo intenten en la red dadas las circunstancias.
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