Hay un sector que anda bastante revuelto con la crisis, la caida de los ingresos publicitarios en los medios de comunicación en general, la alta tasa de paro y la precariedad laboral que tienen. Me refiero al sector de los periodistas autónomos, que trabajan para uno o varios medios de comunicación o agencias.
Este sector, se encuentra también sometido a unos criterios de calidad lógicos de su profesión. Se busca el contraste de la noticia, la documentación previa, el rigor informativo… En definitiva, los lectores exigimos información y no desinformación, como bien ejemplariza Ricardo Galli en esta conferencia. Pero el problema de fondo se encuentra en el aspecto económico y el circulo vicioso de pérdida de calidad y precios bajos que tienen los medios de comunicación. Veamos, por ejemplo las tarifas de la agencia EFE para periodistas autónomos o freelances (PDF).
Tal y como podemos ver en el link anterior, una noticia se paga entre 7 y 11 euros, en función de su repercusión nacional o regional. En el caso de material audiovisual, las fotos se pagan a 16 euros y el vídeo a 40 euros si va en bruto y a 80 euros si está editado. Estos precios son para autónomos, por lo que los medios técnicos y materiales tienen que ser propiedad del mismo y además, cubrir los eventos asignados en las zonas a 0,18 euros/km.
Si partimos de la premisa que elaborar una noticia original, un material gráfico lleva un tiempo nada despreciable, que lo queremos contrastado, comprobado y enriquecido y que no queremos que los medios repliquen meras notas de prensa de organismos públicos y privados, partidos políticos y empresas, nos encontramos con la tesitura de que un periodista autónomo tiene el salario por hora más bajo de todos los trabajadores profesionales, ya sea cualificado o no.
Un mero ejemplo. Un periodista autónomo va a hacer la cobertura de una rueda de prensa del político de turno. Pierde en torno a 1,5 / 2 horas entre la propia rueda de prensa y el desplazamiento. Supongamos que es capaz de redactar la noticia en 10 minutos (realmente poco, os lo aseguro y probad a hacer un artículo con 400 / 500 palabras), manda una foto y le aceptan el artículo. En total, ha podido emplear 2,5 horas de su tiempo para cobrar 15 euros o 19 en el mejor de los casos en el canal nacional.
Diviendo, entre 6 euros y 7,6 a la hora brutos para un licenciado en periodismo, que corre con el riesgo y ventura de su negocio, en este caso medios técnicos que se rompen y hay que cambiar y por supuesto, con el riesgo de que la noticia no se publique y tampoco se cobre. Este periodista tiene una retribución en línea con algunas cadenas de fast-food, trabajadores con nula cualificación, por lo que le sale más rentable trabajar en una pizzería o hamburguesería antes que en su profesión.
Con estas perspectivas, en la que los medios de comunicación buscan cada día más profesionales autónomos por externalizar y abaratar costes y que los periodistas tienen que preparar noticias como churros para que el trabajo les sea rentable, estamos abocados a la desaparición de los medios de comunicación tal y como los conocemos. Por cierto, si alguno se está pensando en establecerse como periodista autónomo o freelance para medios de comunicación, valor y suerte, que le va a hacer falta para comer todos los meses.
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Imagen | Draxus