A pesar de las buenas perspectivas que presenta el crecimiento del comercio electrónico en nuestro país, se trata de un sector que aún tiene que enfrentarse a numerosas barreras.
La principal de ellas es el hecho de no poder ver, tocar y probar el producto que se va a comprar de forma online crea numerosos retos para el comercio electrónico.
En un tienda física si el cliente cambia de opinión una vez adquirido el producto puede cambiarlo, devolverlo o pedir que arreglen lo que no funciona.
Para el comercio elctrónico la normativa (Ley 3/2014) estipula el derecho de desistimiento por parte de los usuarios, durante un plazo mínimo de 14 días, esto no es aplicable a los particulares que venden por Internet.
Por tanto, se está obligado a aceptar devoluciones o cambios. Sin embargo, una entrega y una devolución implican gastos de logística que se pueden repercutir al cliente.
Empresas como El Corte Inglés, Zara, Mango, etc., permiten la devolución sin coste de cualquier producto que se adquiera en su web, eso sí, hay que hacerla presencialmente en cualquier tienda o centro de su red de forma presencial.
Amazon exhibe las mayores facilidades para devolver cualquier producto e, incluso, permite devolver regalos. Todo ello sin coste alguno para el cliente. Los usuarios de Amazon tan sólo tienen que imprimir una etiqueta para poder devolver sus compras por correo, de una forma sencilla y rápida.
Pero, ¿y el pequeño comercio virtual como puede solventar esta situación sin que una venta le suponga un quebranto económico?. La forma mas sencilla es indicar expresa en el Aviso Legal de nuestra web las condiciones aplicables a las devoluciones como gastos de transporte o si la devolución se hace en efectivo o mediante un vale con una fecha de caducidad determinada (60 días, 90, etc.)
Imagen | Maria.Elena En Pymes y Autónomos | Te interesa el e-commerce, plantéate bien la logística