Hace algún tiempo Nike emitió un anuncio cuya imagen era Michael Jordan en el que decía:
He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 partidos. En 26 ocasiones se me ha confiado el último tiro de un juego. . . y he fallado. He fracasado una, y otra, y otra vez en mi vida. Y por eso... SOY EXITOSO.
Realmente no se puede expresar mejor que sólo falla quien lo intenta y el mayor de los fracasos es no haberlo intentado. Esto se puede aplicar a cualquier aspecto de la vida, y cómo no, al profesional también. En este último escenario hay que estar siempre mentalizado para aceptar el fracaso como un hecho natural y no siempre resulta ser.
La respuesta al fracaso difiere en cada persona unos son incapaces de asumirlo y se escudan en responsabilizar a los demás inmerecidamente. Este tipo de situaciones acaban por pasar factura en una organización.
Para evitar situaciones como ésta es conveniente pensar antes de actuar. Responder de manera impulsiva puede provocar que cuando se ha fallado lo que se consiga es empeorar la situación, por lo que lo más conveniente es analizar qué es lo que ha podido ocurrir para se produzca ese hecho.
Para analizar lo sucedido es necesario reunir la información necesaria por lo que hay que escuchar lo que la gente tenga que decir y permitir que se expresen libremente. Una vez hecho, lo importante es sacar lecturas postitivas y un aprendizaje que permita que en el futuro se vuelvan a cometer los mismos errores.
En definitiva, como decía Michael Jordan en el anuncio, para tener exito hay que fallar y no por eso se fracasa.