Uno de los problemas por los que muchos autónomos declaran que no pueden mejorar sus cotizaciones es el elevado peso de impuestos que tienen que pagar. Además existe una corriente de pensamiento que cree que se debe premiar a aquellos que arriesgan y apuestan por crear empresas y empleo. Por eso nos preguntamos, ¿debería mejorar la fiscalidad del autónomo como premio al riesgo de emprender?
Si como todos los indicios apuntan, los inscritos en el RETA van a perder la oportunidad de elegir sus bases de cotización, de gestionar en definitiva dónde quieren que vayan sus ingresos para la jubilación, no estaría de más mejorar su fiscalidad. Quizás empezar por una reivindicación histórica del sector como no pagar el IVA de las factoras no cobradas sería un buen inicio.
IRF y Sociedades, los impuestos claves
Pero lo ideal sería que se pagara menos de IRPF. Dado que el autónomo está corriendo un riesgo, muchas veces invierte su propio patrimonio, una ayuda en este sentido no estaría de más. Por un lado, porque si su empresa va bien acabará generando empleo y contratando más gente. Y esto siempre es positivo para la economía.
Pero también sería importante un recorte en Sociedades, especialmente para aquellas que reinvierten los beneficios que tienen o que generan más empleo, pero no cualquier empleo. Tiene que ser estable y de calidad. Que realmente tenga un impacto en la economía de la sociedad.
Esto debería tener unos límites. La cuestión es saber cuáles son los más justos. ¿A partir de x salarios mínimos se tributa igual que el resto de trabajadores? ¿Y Sociedades? Aquí está la clave, en ayudar a las empresas más pequeñas, que son las responsables de la mayoría del tejido productivo y el empleo en nuestro país.
El problema es que precisamente en un momento donde se necesitan ingresos para cumplir con los compromisos de deuda, para mejorar servicios públicos, es complicado renunciar a estos ingresos. Pero es necesario hacer un esfuerzo para ayudar a pequeños comercios, autónomos y profesionales que luchan por salir adelante y crecer día a día con su esfuerzo.
La Seguridad Social la gran beneficiada
Si la empresa crece y genera más empleo, si los beneficios aumentan y los ingresos de los autónomos mejoran, la principal beneficiada será la Seguridad Social, que verá como sus ingresos mejoran. Hasta ahora es perjudicada, porque el incentivo para los nuevos autónomos está en la tarifa plana, que ese financia desde la propia Seguridad Social.
Si hacerse autónomo va a significar empezar pagando por ingresos reales, poco o casi nada si no llegamos al SMI y una fiscalidad más benévola, seguro que muchos se animan a dar el paso y arriesgar más para trabajar por cuenta propia.
Es complicado dar el paso cuando no se sabe que ingresos vamos a tener. Existe mucho miedo a que no generemos lo suficiente o no haya una estabilidad que nos permita no ya triunfar como empresarios, sino tener un autoempleo digno. Y dar este paso o al menos intentarlo necesita de incentivos más eficaces.
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