“Descubrí un sitio nuevo donde los autónomos podemos dar la turra”, me dijo ayer un amigo. Es un buen resumen.
Y es que el autónomo puede focalizar sus frustraciones con Hacienda - no todas- en algún sitio: el defensor del contribuyente, y de paso, a lo mejor, cambiar ciertas cosas del sistema.
¿Qué es el defensor del contribuyente?
El defensor del contribuyente sirve para que los ciudadanos, entre ellos los autónomos, puedan trasladar quejas y posibles mejoras a Hacienda y a algunos otros organismos relacionados con los impuestos que se pagan.
El autónomo puede darle la turra a Hacienda a través del defensor del contribuyente
En realidad, el nombre correcto es “Consejo para la defensa del contribuyente” constituido como órgano asesor de la Secretaría de Estado de Hacienda, siendo un elemento de defensa de los derechos y garantías del ciudadano en sus relaciones con la Administración tributaria estatal.
Esta figura del defensor del contribuyente, está presente en muchos países y, concretamente, en España viene regulado por el Real Decreto 1676/2009, de 13 de noviembre. Existe desde 1998, si bien nunca es tarde para empezar a dar la turra.
Cómo funciona el sistema de quejas a Hacienda
Te puedes quejar de lo que quieras, incluso de forma anónima. Hacienda es la normativa, los impuestos, los procedimientos y las personas que te atienden; pues te puedes quejar de cualquier cosa relacionada con esto e incluso que arreglen tu problema.
El procedimiento para presentar la queja o sugerencia es sencillo, a través de internet, aunque también se puede presentar de forma presencial. Siempre detallando claramente todo lo sucedido, así como los argumentos y acreditaciones que defiendan tu postura y den claridad a los que revisen el expediente. Se pueden acompañar de documentación y de cualquier tipo de prueba que se deba conocer.
Una vez solicitado, el defensor del contribuyente dará traslado de la queja al órgano o servicio afectado, el cual deberá remitir respuesta directamente y por escrito al interesado en el plazo de 15 días. La tramitación se dará en el siguiente esquema:
Lo principal de esto es que obtendrás una respuesta del servicio al que va dirigida la queja, pero puedes manifestar tu disconformidad, en los 15 días siguientes, y recibir otra segunda contestación sobre el problema.
No hay que perder de vista, que además de tramitar las quejas y sugerencias, otra de las principales funciones del defensor del contribuyente es realizar propuestas de mejora, por lo que sí tienen un número de quejas significativo de autónomos, a lo mejor proponen cambiar dicho trámite o la interpretación del impuesto.
Las quejas no tienen consideración de recurso administrativo
Quéjate, pero no pierdas de vista que las quejas y sugerencias formuladas por esta vía no tienen la consideración de recurso administrativo, por lo que son totalmente compatibles con el resto de acciones o reclamaciones del contribuyente.
En este sentido, no suspende las actuaciones en curso ni interrumpe los plazos para la tramitación y resolución de los procedimientos tributarios abiertos.
Algunos datos para hacerte una idea sobre lo que quejarte
La última memoria de resultados del defensor del contribuyente a la que hemos tenido acceso, la del año 2021, deja algunos datos que te pueden hacer entender más qué posibilidades tienes de transmitir tu malestar como autónomo.
En 2021 se tramitaron 10.292 expedientes, un número alejado del máximo obtenido en 2016, de 18.562 expedientes; pensemos bien: es que todo ha mejorado, o mejor, hay que dar más la turra.
De estos expedientes el 72,2% son presentados por internet, y el 78,3% de los expedientes son admitidos, entendemos porque los inadmitidos “no tenían sentido”.
Los expedientes admitidos, casi la totalidad son quejas, el 93,4%; el 4,2% son sugerencias y, ¡oye!, el 2,2% son felicitaciones. Hacienda tuvo 177 felicitaciones.
Para que puedas ver todo aquello de lo que te puedes quejar, veamos las principales reclamaciones realizadas durante 2021:
- Desacuerdo con la aplicación de la norma.
- Solicitudes de fraccionamiento y aplazamiento.
- Retraso en la tramitación o en la devolución.
- Resoluciones improcedentes.
- Problemas en las deducciones anticipadas.
- Embargos indebidos.
- Providencia de apremio improcedente.
- Titularidad catastral.
- Problemas con las citas previas, ya sea general o de la Campaña de la Renta.
- Falta de información.
- Incidencias en el Plan le llamamos.
- Requisitos de la Cl@ve pin.
- Datos fiscales erróneos.
- Tiempos de espera excesivo.
- Dificultades en la presentación por internet.
- Errores de la administración.
- Desatención del funcionario o del vigilante.
- Inadecuación de las instalaciones.
- Problemas con los certificados de estar al corriente.
- Control de mercancías de importación y DUA.
Pues eso, autónomo, a dar la turra