El estado de alarma ha hecho que millones de autónomos se hayan visto obligados a renunciar a su actividad. Por ello, el Gobierno ha puesto en marcha la flexibilización de la prestación por cese de actividad, que básicamente viene a mitigar los problemas económicos que en la actualidad sufren muchos trabajadores en nuestro país.
La medida venía acompañada de una exención de las cuotas de la Seguridad Social mientras durase su percepción, tiempo en el cual el autónomo seguiría cotizando a todos los efectos. Sin embargo, hay autónomos perceptores de esta prestación que deberán seguir pagando la cuota el próximo 30 de abril.
En concreto, cerca de 300.000 autónomos a los que se les reconoció el cese de actividad entre el 15 y el 30 de abril deberán seguir pagando los 283,32 euros de cotización a la Seguridad Social en caso de que coticen por la base mínima, a lo que habría que sumar la cuota de marzo. Estas cuotas no serán devueltas en su totalidad hasta, por lo menos, el mes de junio.
Esto está provocando un agujero de liquidez enorme en muchos autónomos que ya han visto reconocida su prestación. En el caso de un autónomo que cotice por la base mínima y haya recibido la prestación por cese de actividad el 18 de abril, por ejemplo, tan solo tendrá limpios 94,44 euros durante estos dos meses, 661,08 euros de la prestación a los que hay que deducir 566,64 euros de las dos cuotas de marzo y abril.
Entretanto, las principales asociaciones de autónomos siguen reclamando una exención total de las cuotas a la Seguridad Social de todo el colectivo, precisamente para evitar este tipo de situaciones. Ahora es el momento de proporcionar liquidez a los autónomos y no en el mes de junio, cuando puede que sea demasiado tarde.