El gobierno británico ha comunicado un nuevo paquete de medidas con un gran impacto en el mercado de trabajo, respecto al que no quiero entrar en una valoración de si tienen por objetivo o no limitar la afluencia de trabajadores extranjeros, y solo quiero aportar mi valoración respecto a la minoración de los incentivos con los que cuenta la opción de trabajar por cuenta ajena y el emprendimiento.
En concreto, dicho cambio contempla las siguientes medidas:
- Reducción del tiempo en el que los desempleados de otros países europeos pueden cobrar la prestación:
Para evitar que la gente pida subsidios de forma indefinida, a comienzos de 2014 entrará en vigor una norma legal por la que después de seis meses un ciudadano no británico de la Unión Europea no podrá mantener su condición de parado y solicitar el subsidio, a menos que pueda demostrar que ha buscado trabajo de forma activa durante ese periodo y tiene una oportunidad real de encontrarlo.
- Exclusión del sistema público de salud y de las bolsas de vivienda social a los desempleados extranjeros
Ahora bien, si analizamos esta situación desde otro prisma apreciamos que muchos emprendedores, en caso de fracasar con sus proyectos, no tienen nada que perder porque no contaban con estos 'beneficios', de tal modo que se puede interpretar como un ejercicio para 'limar' las diferencias entre las dos opciones de relación laboral planteadas.
Este ejercicio que ha realizado el Reino Unido creo que creará tendencia entre el resto de los países europeos, porque lo que en mi opinión no se puede mantener en el tiempo, es que nos encontremos limitados a la hora de desarrollar una idea al contar con pocos incentivos para lanzarnos a montar nuestro propio negocio.
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