Evidentemente, facturar con mucho volumen, y tener unos periodos de cobro muy largos, 150 o 180 días fecha factura, y periodos de pago inferiores, provoca serios problemas a la tesorería de la empresa, que si no son previstos con suficiente antelación, o no tengo una buena liquidez, generará graves problemas en mi empresa.
Estos desfases van a generar fondos de maniobra negativos, independientes de la cuotas de IVA, que van a agravar más aún estos problemas. En esta situación, la financiación del circulante se tiene que realizar con fondos propios, y las constantes inyecciones de dinero en la empresa van a ser imprescindibles. En estos puntos, cuanto más venda mi empresa, más problemas de tesorería voy a tener.
Pero con la ley en la mano, el criterio del devengo se aplica en ambos sentidos, es decir, en nuestra empresa también nos deducimos IVA antes de pagarlo, que es el caso equivalente a pagos aplazados con nuestros proveedores, por lo que el efecto es mucho menor. Tened en cuenta que también nos deducimos cuotas de IVA de facturas que no hemos pagado aún, por lo que aplicar el criterio del devengo o el criterio de caja es indiferente dado que siempre tenemos que considerar los dos parámetros; es decir IVA devengado e IVA soportado.
En definitiva, culpar en exclusiva a los pagos de IVA como problemas que merman la tesorería, es un despropósito, dado que sí puede ser problema de desequilibrio en crecimientos de facturación muy rápidos, pero por norma general, con empresas que llevan una adecuada correlación de compras y ventas es indiferente la aplicación del criterio de caja o el criterio del devengo para la tesorería de la empresa.
Vía | Trabajar sin Conexión
En Pymes y Autónomos | ¿Por qué no puede afrontar mi empresa sus pagos con normalidad?