Un influencer me pide comer gratis a cambio de promoción, un pago en especie del que Hacienda también quiere su parte
En estos días hemos visto como algunos supuestos influencers se gastan mucha cara dura para pedir a los locales que visitan, en ocasiones sin ser llamados por estos, que les den gratis la comida o el alojamiento. Más allá de la polémica, lo cierto es que si un influencer me pide comer gratis a cambio de promoción, se trata de un pago en especie del que Hacienda también quiere su parte.
No se trata de una transacción privada entre amigos, sino de un negocio en el que ambos deben salir beneficiados. Por lo tanto, ambas partes deberían remitir la factura correspondiente hacia el otro, con su correspondiente IVA, sus descuentos de IRPF y el resto de conceptos que se incluyen en una factura.
Cómo reflejar correctamente un pago en especie en una factura
El concepto de pago en especie se utiliza más cuando se realiza de una empresa a un trabajador. Por ejemplo, cuando en su retribución está incluida el uso de un vehículo de empresa, por ejemplo.
En el caso de empresas de lo que hablamos es de intercambio de bienes y servicios, como sería el supuesto de comida gratis a cambio de promoción por internet de un influencer. Este tipo de promoción no es exclusiva de internet y se puede dar por cualquier otro medio.
Lo cierto es que en la factura que emite el local tendrá que venir reflejado el coste de la comida o de los servicios de alojamiento prestados, que tienen un precio que debe reflejarse en la factura. Como en cualquier otro documento de este tipo se debe desglosar la base imponible y la cuota de IVA. La empresa que vende tendrá que ingresar ese IVA, razón por la cual muchas veces no se hace dicha factura. No importa el importe, la factura es obligatoria.
Pero también se podría deducir este gasto, ya que se trata de un servicio prestado por otro profesional, que fiscalmente es deducible. A nivel contable el resultado sería nulo, puesto que el valor de la comida o el alojamiento será el mismo que tiene como coste la promoción realizada.
Por su parte, el que prestador del servicio, en este caso el influencer, también tendrá que emitir una factura, valorando y detallando el mismo, aplicar el IVA correspondiente e ingresarlo en Hacienda en el trimestre en que se realice la operación.
Hacienda siempre quiere su parte
No se trata solo del IVA, sino que el influencer en este caso ha tenido un beneficio económico, por el que debe tributar IRPF. No se ha realizado la promoción gratis, se ha hecho a cambio de una comida, un fin de semana en un hotel, etc. Y esto tiene un coste por el que hay que tributar.
Incluso Hacienda reclamaría los casos en los que una marca ha prestado un producto para su promoción y prueba a un influencer, que ha disfrutado del mismo durante un periodo de tiempo prolongado. Pongamos el caso de un vehículo de alta gama, equipos informáticos, o un bolso que nos prestan durante un año. En este caso, la Agencia Tributaria lo entiende como un beneficio económico, aunque no nos paguen con dinero, y va a querer que se tribute como corresponde.