Parece ser que la probabilidad de llegar a un acuerdo entre los agentes sociales, sindicatos y patronal, ha quedado en el enésimo intento nulo. En esta ocasión parace ser que la postura intransigente que CEIM ha impuesto a la CEOE ha dado al traste con las buenas intenciones de atisbar un acuerdo.
Sin defender ni a unos ni a otros, la verdad es que con agentes sociales tan poco comprometidos con la realidad social que intenten concluir soluciones es difícil cuanto menos, por no decir, utópico. A esto se une que por mucho que no lo quieran reconocer la parte que representa a los trabajadores está cada vez más desligitimada, básicamente porque los sindicatos anteponen sus propios intereses a los del interés general.
De esta forma, una propuesta como la de la CEOE de simplificación de la contratación, reduciéndolo a uno indefinido con una indemnización de 20 días por año trabajado y la creación de un contrato de formación de hasta tres años con el salario mínimo interprofesional. Unido a la propuesta de derogar los convenios colectivos no firmados en el plazo de seis meses debilitaría en exceso a unos sindicatos cada vez más mermados en sus capacidades.
Siendo objetivos tampoco existe una gran diferencia entre la propuesta de la CEOE y la situación actual en que la mayoría de los convenios colectivos que existen están sin firmar y se basan en prórrogas de anteriores. Con estos mimbres las organizaciones sindicales deberían cada vez plantearse su papel en la sociedad porque es manifiesta que su capacidad de interlocución cada vez es menor, su habilidad negociadora nula y su poder de convocatoria inexistente.
De este modo volvemos a estar con el mismo panorama de hace unos meses, cuando tanta negociación no sirvió para nada con la última reforma laboral, obligando al Ejecutivo a legislar en solitario. Y no hablemos del Parlamento, donde parecen mostrar tan buenas dotes negociadoras como los agentes sociales, después de más de un año de negociar en lel marco del Pacto de Toledo al final hubo reforma del sistema de pensiones sin consenso y sin avalar.
Es lamentable ver como prevalecen los interes personales y partidistas a los generales revelando una falta de compromiso social en todas los ámbitos de la sociedad que se puede calificar de alarmante. Muchos lo achacan a la falta de liderazgo, yo más bien creo que es una cuestión de egoismo irracional.
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