El pasado miércoles saltó la sorpresa. En una carta firmada por responsables del PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu, estas tres agrupaciones políticas acordaban la derogación completa de la reforma laboral. Y aunque pocas horas después, el Gobierno rectificaba de manera parcial esta información, las reacciones de las principales asociaciones empresariales no se hicieron esperar.
CEOE, Cepyme, AEFA y el Consejo de Cámaras rechazaron de forma rotunda el acuerdo, alegando no solo los efectos negativos que podría tener esta derogación, sino también su falta de congruencia, ya que no ha sido negociado por los principales agentes sociales, ni con la patronal ni con los sindicatos, y dinamita el diálogo social.
Los comunicados emitidos por las diferentes asociaciones han sido realmente duros y ponen en entredicho la actual gestión del Gobierno. Califican el pacto alcanzado de una irresponsabilidad mayúscula, al tiempo que anticipan que tendrá unas consecuencias negativas incalculables para la economía española.
La CEOE ha ido un paso más allá, rompiendo cualquier diálogo bilateral con el Ejecutivo, al ser un desprecio indignante para el diálogo social, el cual ha quedado dinamitado. Y han recordado al Gobierno que la derogación de la reforma laboral echaría por tierra todos los esfuerzos realizados, especialmente porque la figura de los ERTE está desarrollada en esta legislación.
El acuerdo, además, llega en un momento en el cual la propia Comisión Europea, en sus recomendaciones a España, insta a nuestro país a interponer medidas para preservar el empleo en el marco del diálogo social.