Hacía 18 años que no se vendían tan pocos coches en nuestro país. Durante Enero se vendieron 53.632, un 23% menos que durante el mismo mes de 2010 (que contaba con la presencia del plan 2000E). Los particulares son los que más han reducido sus compras experimentando una alarmante caída del 43,3%.
Por tanto continúan las caídas en un sector que cada vez profundiza más en la mayor crisis de su historia iniciada a finales de 2007. La venta de vehículos como indicador de confianza de los consumidores sigue diciéndonos que la situación económica actual va para largo.
No es ninguna sorpresa, la crisis ha alcanzado posiblemente su máxima profundidad pero la extensión de la misma es aún desconocida. A la disminución de la capacidad de ahorro de la población debido a la subida de precios y a los cada vez mayores problemas de desempleo se suma una falta total de expectativa de mejora.
La Federación de Asociaciones de Empresarios de Automoción (Faconauto) ha anunciado que con estas ventas y teniendo en cuenta el censo de trabajadores se extrae que cada concesionario vendió un coche por cada cinco empleados. Eso podría significar una reestructuración aún mayor en el sector, lo cual significan más cierres y despidos, ya que las estimaciones del año (en torno a los 900.000 vehículos según la patronal) se sitúan al mismo nivel de los últimos dos años.
“Estamos en un momento difícil. Es evidente que no se pueden mantener las plantillas” ACOAG para el Faro de Vigo
Según la patronal gallega están en juego 2.000 puestos de trabajo, lo cual supone el 20% del empleo que proporciona el sector y es que en Galicia la caída ha sido de un 36%.
De esta perdida de empleo también se ha manifestado Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de la asociación de vendedores Ganvam, que habla de una perdida de 5.000 puestos de trabajo y el cierre de 500 concesionarios en España durante 2011 si siguen llegando datos de venta similares.
Esta reducción nos podría hablar de una posible tendencia de consumo derivada de los servicios postventa y taller para mantener los vehículos cada vez más antigüos, algo que podría ser una buena señal para los pequeños empresarios de la rama, aunque según los datos aportados por la ACOAG los consumidores no solo compran menos sino que van menos al taller y aguantan más con las averías reduciendo el rodaje del vehículo.
Vía | El País
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Imagen | Martingarri