Cuando eres mayor de 50 años y un vídeo de tu hijo te ayuda a encontrar trabajo
Escuché la noticia por la radio, pero era fácil imaginar la cara de sorpresa de ese padre de 59 años, que llevaba los últimos nueve buscando trabajo todos los días. Y que, al haber cumplido los 50 sólo recibía negativas o directamente, ninguna contestación por parte de las empresas.
Fue su hijo de 26 años, al ver la situación precaria de su padre, y siendo testigo de su esfuerzo por encontrar un empleo, el que creó un vídeo donde se alude a su currículum, siempre con la cara del hijo y ante la pregunta de un reclutador: "¿Cómo es posible que no haya encontrado trabajo con esta formación?", aparece la cara del padre y dice la siguiente frase: "Porque tengo más de 50 años".
Menos dividir contratos por edades u otros factores
Un economista reflexionaba sobre el hecho de dividir los contratos en España por categorías: mayor de 25, mayor de 45, etcétera. Todo eso, no es más que la representación de que algo falla en el mercado laboral.
Según Luis Cárdenas del Rey: "Es hora de preguntarse qué sentido tiene la existencia de contratos temporales cuando es evidente que sólo están generando inestabilidad y precariedad laboral. Parece evidente que, si se quiere abordar realmente un cambio en la cultura de la contratación, un primer paso ha de ser la eliminación de los contratos temporales y establecer límites a la proporción de trabajadores con contratos atípicos en las empresas.
Si unimos, ser mayor de 50 años a contratos temporales, el resultado es para salir corriendo. Una persona que encadena contrato temporal con contrato temporal, jamás podrá llevar una vida digna. El hombre a partir del medio siglo es invisible, cuando debiera ser un motivo de orgullo y un elemento tentador para una empresa.
¿Será obligado hacer un vídeo para que nos den un puesto de trabajo
La noticia tiene dos lecturas: la que ofrece el hijo que es la de un joven comprometido, que quiere ayudar como sea a su padre y sabe del poder de las redes sociales y de los vídeos. Y, a la vez, la del padre, que escéptico (aunque contento) se ve desbordado por la repercusión.
Lleva nueve años buscando trabajo apoyado en un currículum que contiene tres licenciaturas y amplia experiencia y le han rechazado siempre, y ahora en unos días, le llueven las llamadas y hasta propuestas para trabajar sin realizar entrevista alguna. ¿Qué está pasando?
Si las empresas o los reclutadores no dan oportunidades, ¿hacemos un vídeo?
Ha quedado claro que el talento senior es invisible, y según el hijo de este señor, lo ideal sería crear una página web donde los responsables de contratar al personal, vieran que detrás de un currículum hay una persona.
Es bonito, ideal y no vamos a ser negativos, pero sí realistas. Si una persona joven, lo tiene complicado para acceder al mercado laboral, una persona mayor de 50 años mucho más. Por esa etiqueta que viene a decir: "ya no tiene nada que aportar".
Los estereotipos están para romperlos. Hay gente joven que oposita buscando un puesto fijo y estabilidad, hay gente mayor que piensa en arriesgar, en crear un nuevo negocio porque no encuentran trabajo o bien porque forma parte de su personalidad.
Cuando hablamos de retener el talento, ¿sabemos que no tiene edad?
El talento, la creatividad, las ideas, la experiencia o el dominar un tema, no tiene nada que ver con la edad. Tiene que ver con una predisposición a trabajar, a querer mejorar.
Si el país apuesta por retener a los jóvenes, mal encaminado va si los contratos precarios son la tentación para chicos y chicas con una buena formación.
Pero tampoco hay que dejar de lado, a una generación que no se ha acomodado y que acude a todos los cursos de formación y reciclaje de su sector, incluso de otros, con ganas de aportar y de ser útil en la sociedad. El día que se valore de verdad el talento, poco importará si la persona que tenemos delante tiene 30, 40 o 50 años.
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