Las estadísticas de empleo que ha publicado la Seguridad Social el pasado lunes han sido especialmente malos. El paro ha aumentado en 90.248 personas en enero, su mayor aumento en este mes desde 2014, y constituye el peor dato de afiliación a la Seguridad Social desde 2013, con 244.044 personas menos.
Sin embargo, estos datos se han cebado especialmente con las pymes y los autónomos. El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) perdió en el mes de enero 17.969 autónomos, lo que supone un descenso porcentual de un 0,5%. Esto es, cada día se perdieron en España 579 autónomos.
No hay ninguna comunidad que se haya librado de la quema. Baleares es la región que más autónomos ha perdido en términos porcentuales, en concreto un -1,1% (954 autónomos menos en un mes). Le siguen de cerca Aragón y Cantabria, con un -0,7%, y Castilla y León, Galicia y Madrid, con un -0,6%.
Si analizamos los datos por sectores, en el mes de enero se ha destruido empleo en prácticamente todas las actividades con respecto a diciembre de 2019. Tan solo se libran los suministros del hogar y las actividades inmobiliarias, que registran ligeros crecimientos con respecto al mismo mes del año anterior.
Sin embargo, han sido dos los sectores más afectados: la agricultura (-6,1%) y los empleados del hogar (-3,3%). Estos dos colectivos cotizan en regímenes propios de la Seguridad Social y, por eso, pueden analizarse de forma separada al resto de autónomos y asalariados.
Hay que entender que enero siempre registra datos negativos por su marcado componente estacional. No obstante, parece que el empleo se ralentiza, sobre todo si lo comparamos con el crecimiento de los últimos años.
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