Pero por contra, esta desinventivación del contrato temporal va a traer un incremento de costes de en los contratos temporales para las empresas que necesiten contratos temporales sí o sí. En estos casos, podemos citar actividades típicas de temporada, como pueden ser hostelería, picos de producción o afrontar nuevos proyectos de crecimiento que se solventan mejor con un contrato temporal. La tesitura que se plantea es compleja dado que no todas las pymes están preparadas para formalizar contratos indefinidos desde el primer día y la reforma laboral que se está estudiando no deja lugar para muchos supuestos de contratos temporales.
La pyme no puede y no debe contratar de manera indefinida si el puesto de trabajo no requiere una ocupación plena a medio plazo y a la hora de arrancar cualquier proyecto, obligar a una contratación indefinida, frenará sustancialmente la creación de empresas.
Esto no quita desde luego que se persiga el contrato temporal mal usado o en fraude de ley, pero sin penalizar ni perjudicar la realidad diaria de millones de pymes y autónomos que el mejor vehículo con el cuentan es con un contrato temporal.
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