No es que criticar sea fácil, que efectivamente lo es, pero es que a veces no hay más remedio que hacerlo. En ocasiones parece que nos fuercen a ello, recibimos estímulos de tal intensidad que no podemos más que descubrir nuestro “yo“ más guerrero.
A dos días del cierre del cierre del IVA he podido comprobar cómo el régimen especial de grupos de IVA carece de una planificación y adaptación correctas teniendo en cuenta las especificidades de su régimen. En definitiva, que después de intentar presentar las declaraciones resúmenes anuales de IVA (modelos 390 y 392) para empresas acogidas a este régimen ha resultado imposible hacerlo, al menos de forma correcta. Miedo me da la devolución mensual del IVA (modelo 303 y 340).
Errores en la adaptación de estos modelos 390 y 392 respecto al régimen especial de grupos descritos en la Orden que los regula han provocado que a fecha de hoy la Agencia Tributaria me informe (telefónicamente y para mayor seguridad jurídica) que debo presentar las declaraciones resúmenes anuales de IVA incorrectamente para con posterioridad presentar un escrito informando que esas anomalías en mi declaración han sido intencionadas.
El resultado es que la deficitaria prevención y adaptación de las normas (han tenido un año para confeccionar el infortunado modelo) la acaba pagando como no… el contribuyente, quien ante la impotencia de no poder cumplir religiosamente sus obligaciones de información no solo no le prorrogan el plazo para su presentación, sino que le obligan a presentar la misma de forma incorrecta, en idéntico plazo, y con un cometido añadido: un escrito informando del error intencionado fruto de la incapacidad normativa de quienes ostentan competencias al respecto.
En definitiva, que además de ser regímenes cuyos cálculos, presentaciones y ficheros suelen hacerse sin un software de calidad, y en muchas ocasiones casero dado que no son atractivos a las empresas de software por los pocos adeptos (clientes) que tienen, resulta que debemos parchear lo correctamente y con sudor confeccionado porque al gobierno no se le ha ocurrido estudiar con detenimiento su propia creación.
Concluyo el post felicitando en primer lugar a los padres de la orden, en segundo lugar, y más allá de la anécdota (espero no acabar recibiendo tantos expedientes sancionadores como incorrectas declaraciones presentadas por semejante ajeno dislate fiscal) desearía que reflexionaran sobre el éxito que atesorará el nuevo régimen de devolución mensual del IVA poco después de sus primeros pasos. En mi caso he podido comprobar cómo empresas que hasta la fecha estaban incluidas en el censo de exportadores (devolución mensual) han salido espontánea y voluntariamente del mismo y en detrimento de su tesorería, todo ello fruto de la configuración del nuevo régimen. En fin, soy de los que piensan que la aceptación va a ser escasa, más bien nula y créanme cuando les digo que no se debe a que hayamos persuadido a nadie.
Y que conste que yo no miento, aunque en ocasiones pueda equivocarme.
Por favor, reflexionen de una vez por todas y sean un poco más empáticos fiscales.
Imagen | Galería de Nickwebb
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