Si, los Bancos. En una economía totalmente bancarizada debemos aprender a trabajar con ellos, conocer sus reglas y aprovecharlas al máximo: hacer que nuestro dinero corra por nosotros (como hacen con el balón los buenos futbolistas). Y es, que en muchas ocasiones, nos encontraremos con que la diferencia entre que nuestro dinero llegue o no llegue a una cuenta X, a un pago Y, supone dinero, prestigio ante los proveedores, etc. Pero es que por otro lado, desprenderse de nuestro dinero antes de tiempo también supone dinero.
Como muchos sabréis, una de las formas más comunes de mover nuestro dinero es a través de las transferencias. Si estas se realizan internamente, entre cuentas de la misma entidad, son instantáneas, y en general, sin costes (aunque de todo hay). Pero si la transferencia es a una cuenta de otra entidad radicada en España (dejaremos las extranjeras para otro post) nos suele llevar hasta D+2. ¿Y eso que significa? Dos días habiles partir de la fecha, aunque en teoría podrían ser hasta 5.
Pero puede ocurrir que deseemos disponer de más tiempo de nuestro dinero en la cuenta, o que se nos haya pasado un pago determinado que vence en una cuenta distinta a la nuestra de tesorería y se nos haya echado el tiempo encima. ¿Qué hacer para ganar un día como mínimo?, ¿cómo evitar que nos devuelvan ese efecto o recibo por no tener la suma en aquel momento?. Existe una solución, aunque desgraciadamente aún los pequeños empresarios no la manejan con fluidez.
Me refiero a las conocidas como Transferencias Vía Banco de España, OMFs, etc. Son trasferencias cuya diferencia fundamental con las clásicas es que se abonan con la misma fecha, contable y valor, con la que se emiten. Si transfiero hoy, se recibe hoy, lo que supone ganar uno o dos días frente a las transferencias ordinarias. Algo que puede marcar muchas diferencias, por lo que merece la pena negociar un buen precio con el Banco para poder emitirlas, asi como tener la posibilidad de hacerlo vía internet.
Tienen una limitación de la que hay que ser consciente. Y es que la transferencia, en muchos Bancos, aunque se recibe ese mismo día no deja constancia en la propia oficina hasta tarde, muchas veces fuera de horario de la propia oficina. Eso puede poner en peligro el que admitan ese pagaré, esa letra que esta colgando, y que nadie autorice un descubierto que realmente no sera tal y que durará minutos u horas. Conviene avisar a la Sucursal receptora, para que contraste con su Central que el pago se ha realizado, así como enviar copia de la Transferencia realizada (en estos casos es mejor que no hacerla por internet y disponer de un justificante físico de la oficina con el sello, ya que a diferencia de las transferencias ordinarias, estas no se pueden anular en el día).
Con esta pequeña ayuda, nuestro amigo, El Conejo Blanco, llegará a tiempo a su destino.
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