Lógicamente, ya no se puede hacer nada para ajustar las cuentas con el fisco o aliviar la factura fiscal, sólo cumplir con los trámites que ello conlleva. Pero yo todos los años me gusta hacer un pequeño ejercicio de cálculo.
No existe gobierno en este pais que pregone sus bondades de rebaja de impuestos, y de paso la rebaja en el IRPF, que es uno de los que más recauda y a más contribuyentes afecta. El mecanismo para comprobar las bondades prometidas es muy fácil. Os cuento cómo.
En primer lugar, todos los años se actualizan los mínimos personales y familiares, y se coge normalmente como base de actualización el IPC. Los rendimientos que hayáis obtenido periódicamente en el año, es decir rendimientos del trabajo, los disminuís o deflactais con el IPC. Si yo en el año 2.007 tuve unos ingresos de 20.000 €, y el IPC en el año 2007 fue del 3,5%, mis ingresos extrapolados al ejercicio 2.006 fueron 19.300. Suponiendo correlación con las retenciones practicadas y gastos deducibles, realizamos la misma operación.
Al resto de ingresos que haya tenido en el ejercicio, dígase, rendimientos de actividades ecónomicas, rendimientos del capital inmobiliario y demás, los puedo dejar tal cual, y con todos los datos obtenidos, procedo a confeccionar la declaración con el programa padre del ejercicio anterior.
Comprobando los resultados de las casillas de la renta 741 de un ejercicio y otro, podremos ver si las reformas fiscales nos han favorecido o perjudicado, dado que este es el importe total de nuestra contribución por este impuesto a las arcas públicas. ¿Os animaís a comprobarlo?