Herramientas de gestión de tesorería: el ratio de liquidez

Tratamos de explicar, hace unos días, la importancia de la gestión de tesorería para una buena dirección de la empresa. De como la falta de liquidez y una deficiente gestión del flujo de caja pueden llevar a una paralización de la actividad y a una situación crítica para el negocio.

Vamos a explicar un par de herramientas con las que poder llevar a cabo un control efectivo de la tesorería de la empresa y que pueden servir de termómetro de la situación del negocio que nos permitirá anticipar medidas para evitar llegar al colapso. Una de esas herramientas en el ratio de liquidez.

El ratio de liquidez es una medida de la capacidad de la empresa para acometer los pagos a corto plazo. Para calcular ese ratio basta con dividir el activo circulante por el pasivo corriente y multiplicarlo por 100.

La situación ideal sería aquella en la que el resultado del ratio fuese próximo a 100, ya que esto indicaría que los fondos permanentes están financiando el activo de la empresa. Un desvíación grande del punto de equilibrio sería negativa, por un lado cuanto más por debajo de 100 sea el resultado más problemas de liquidez tendrá el negocio.

Por otro lado si el resultado es muy superior a 100 nos mostraría una situación de baja rentabilidad y una proliferación de activos no aprovechados para la actividad, circunstancia que también es negativa. Debemos de tener en cuenta que este es un mero indicador y que su resultado puede ser matizado en función del sector al que pertenezca nuestra actividad y de las condiciones de financiación de este sector.

No es lo mismo un sector donde es normal trabajar con liquidez y cobros y pagos a muy corto plazo, que una actividad donde entren en juego cobros y pagos a través de instrumentos financieros y plazos de ejecución de esas operaciones a plazos más largos, en este caso la efectividad de este indicador es menor.

Como siempre hemos dicho, una de las tareas de la dirección empresarial es un continuo control de las circunstancias que rodean al desarrollo del negocio. Este indicador será más efectivo cuanto más constante sea el seguimiento de su resultado, las variaciones del mismo a lo largo del tiempo son las que pueden darnos pistas sobre la evolución de la empresa en un sentido o en el otro.

En Pymes y Autónomos | La gestión empresarial: instrumentos de gestión a corto plazo Imagen | ArchiM

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