Más de la mitad de las empresas españolas, en concreto el 53 por ciento, han necesitado en 2016 financiación por valor de 100.000 euros o más el año pasado. Esto es lo que refleja la última encuesta sobre acceso a la financiación publicada por el Banco Central Europeo y la Comisión Europea.
En ella, se muestra que son principalmente las empresas del sector industrial y de comercio los mayores demandantes de financiación que supera los 100.000 eurosa. El 19% de las empresas han solicitado préstamos por debajo de los 25.000 euros; el 29%, entre 25.000 y 100.000 euros y, el resto, por encima de esta cantidad.
Sin embargo, y como viene ocurriendo normalmente en las empresas españolas, la mayoría de la financiación, especialmente la que se otorga a las pequeñas empresas que facturan menos de 25 millones de euros, sigue siendo un aspecto reservado a las entidades financieras, aunque esta tendencia se haya reducido en los últimos años.
Esta circunstancia provoca una elevada exposición a los bancos por parte de las empresas. A pesar de que las alternativas hayan aumentado en los últimos años, todavía no hay muchas empresas que se atrevan a renunciar a lo tradicional en sustitución de otras opciones que, en muchas ocasiones, son más baratas y a mayor plazo.
Con el grifo del crédito ya abierto, la financiación bancaria ya no es tanto problema como lo era hace unos pocos años. Sin embargo, y dadas las necesidades de liquidez que tienen las empresas, conviene evitar tal exposición bancaria con el objetivo de reducir los riesgos futuros de una eventual recesión futura.
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