Nosotros, autónomos y Pymes, podemos subir nuestros precios a voluntad, pero corremos el riesgo de perder clientes si colmamos el vaso de su capacidad para tolerar subidas de precio. Es normal y lógico tratar de trasladar la subida de los costes al precio final de tu producto o servicio para no perder margen de beneficio (si aún te queda algo). Pero convendría hacerlo de manera suave como expongo en los siguientes ejemplos.
Subir los precios de todo y sobre la subida hacer ofertas
Eres un hostelero y todos tus gastos han aumentado una media de un 5%, hasta los camareros reclaman su aumento de sueldo regularizado con el IPC. Si subes los cafés que estabas sirviendo a 1,05 euros para cubrir las subidas, te expones a que el cliente, harto de ver subidas de precios en todo menos en su nómina, se marche enfadado, y tarde en volver.
Incrementas los precios de todo para cubrir la subida, y haces ofertas puntuales que mantengan los precios anteriores a cambio de una mayor facturación con menos margen.
Por ejemplo: Un café estaba a 1 euro, un bollo a 0,50; subes el precio del café a 1,10 y el del bollo a 0,65; pero si alguien quiere las dos cosas se las dejas al precio anterior 1,50 (asumiendo que no estabas vendiendo por debajo de coste)
Concentrar los servicios, dar el mismo servicio con menos gasto
Eres un profesional liberal, y no vendes productos sino servicios, por ejemplo, das clases particulares. Tus gastos de funcionamiento se reducen a luz y rotuladores de pizarra (simplificando). No quieres subir los precios de las clases a tus alumnos para no perderlos, ¿que puedes hacer?
Si antes tenías 6 grupos de 5 alumnos, trata de reagruparlos en 5 grupos de 6, de forma que te quede tiempo para otro grupo de 5 o 6, o si no consigues otro grupo, al menos puedes cerrar una hora antes y reducir gastos de luz. Es una manera indirecta de subir los precios.
Tratar de aportar valor añadido con el mínimo coste
A veces una subida de precio de un servicio se digiere mejor con una sonrisa sincera y amable, un trato más personalizado o un servicio de más calidad (cuando ello es posible)
Premiar la fidelidad
Como una campaña de marketing: “Nos hemos visto obligados a aumentar nuestras tarifas, pero para premiar su fidelidad, le devolvemos a final de mes un 5% de todo lo que supere cierta cantidad” Ejemplo de aplicación a partir de 500 euros de compras en nuestra perfumería le descontamos un 5% en el resto de las compras del periodo.
Cambiar de cliente objetivo
Esta es la fórmula más complicada, puede que implique cambios sustanciales, requiera inversión adicional y no es seguro que funcione; por ejemplo convertir un restaurante de menús en un restaurante a la carta.
Cambiar la forma de dar el servicio
De dar el servicio en tu local a darlo a domicilio.
Soy un masajista profesional, los clientes venían a mi local y les cobro x por cada masaje, y mis gastos incluyen el alquiler del local. Posible cambio, cobro más por mis servicios y atiendo a domicilio con una camilla portátil, subo el precio, porque la atención es personalizada y no tengo tiempo a atender a tantos clientes (potencialmente), pero me ahorro los gastos del local, que se sustituyen por los de desplazamiento.
Espero que os sirvan de inspiración, y si se os ocurre alguna más no dudéis en dejarla en los comentarios.
En Pymes Y Autónomos | ¿Qué es lo que agrava la crisis de la hostelería?
Imagen | Fran Carreira