El otro día, siguiendo con mi costumbre de oir todo lo que no me importa, escuché la siguiente conversación en un supermercado entre una madre y su hijo de unos seis años:
H: Mamá. mamá, compramé el Danonino con mucho calcioM: Pepito, el Danonino es regular. Nos vamos a llevar otro que es mucho mejor (la madre coge la marca blanca equivalente a este producto)
H: ¿Pero ese porqué mamá? Si el Danonino sale por la tele…..
M: Pepito, todo lo que sale por la tele son cosas mediocres, y las anuncian porque no se venden. Así, los dueños de los productos consiguen engañar a la gente para que compren los productos malos.
H: Ahhhhhh, ahora lo entiendo entonces!!!! Pues no llevamos éste entonces.
La motivación de la madre para llevarse la marca blanca, imagino que sería el factor económico de la cuestión, y que el producto que estaba cogiendo, tendrá una calidad similar, o por qué no, incluso mejor que el producto con marca reconocida. Pero lo que realmente me llamó la atención, fue la frase “todo lo que se anuncia por la tele son cosas mediocres”.
La publicidad, es el medio de difusión estrella con el que en la empresa contamos para dar a conocer nuestros productos, nuestros servicios, nuestra imagen. Es la ventana fácil y rápida fuera del ecosistema de la empresa para conseguir el principal objetivo: Materializar ventas y llevarlas a cabo. Pero ¿es imprescindible invertir en publicidad?
Y cuando digo imprescindible, pienso ¿puede una empresa sobrevivir sin publicidad? Eliminemos fuera de esta ecuación a las empresas que basan su política de ingresos exclusivamente en publicidad, donde ahí la pregunta además de retórica, se puede considerar una soberana estupidez; me refiero a la publicidad que realizamos en la pyme.
Nuestras campañas, cuando las hacemos, son de un presupuesto bajo, acorde con nuestros ingresos. Nos remitimos a inserciones en guías especializadas, los típicos anuncios en las revistas de difusión local, colaboraciones con acontecimientos festivos o sociales en nuestros ámbitos de actuación… Este tipo de publicidad, rara vez retorna los ingresos que hemos depositado en la campaña, por lo que a efectos económicos, incluso podemos perder dinero, o generar un flujo de ingresos muy a largo plazo. Pero claro, siempre tenemos que darnos a conocer y reforzar a nuestro equipo de comerciales.
Por este motivo, en la pyme, cuando planteamos nuestras campañas publicitarias, debemos intentar averiguar con nuestros clientes nuevos, cual ha sido el medio por el que nos han conocido, con el objetivo de evaluar económicamente el rendimiento de las campañas que realizamos. A partir de estos datos, podremos tener una fuenta adicional más objetiva que la que nos van a vender todos los comerciales de medios publicitarios, sobre las bondades y las necesidades imperiosas que tenemos por anunciarnos en sus medios. Con estos datos, seremos nosotros los que podremos calificar que vías publicitarias son las mediocres.
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