Hoy me ha llamado mucho la atención el caso de que una oferta de trabajo para cubrir una vacante en una agencia de viajes en Berlín haya sido 'maldecida' por las autoridades germanas por ofrecer un salario muy por debajo al que le corresponde por ley (unos 800 euros frente a los 1.500 euros mensuales), lo que ha llevado a que las autoridades laborales hayan obligado a la empresa a eliminar la oferta de un portal de empleo.
Esta situación choca de lleno con la que se manifiesta en nuestro país, dónde muchos desempleados, e incluso algunos trabajadores y trabajadoras, la aceptarían a pies juntillas. No creo que asuntos como este sean muy constructivos porque, de entrada siempre habría alguien dispuesto a trabajar por ese salario, y aunque es cierto de que se intentan garantizar una serie de mínimos, impiden a las empresas ofertas puestos de trabajo por debajo de un umbral salarial teórico que puede ser interesante.
Es cierto que en este país centro europeo los trabajadores perciben salarios brutos mucho más altos, pero que la presión fiscal sobre las rentas del trabajo también es mayor, resultando un salario neto más alto que el que aquí percibimos, pero no tan alto como muchos creen.
En mi opinión creo que lo que se ha de buscar es un 'punto medio', es decir, un cierto equilibrio en el que los salarios alcancen un nivel 'digno', y la retribución siempre sea acorte al nivel de responsabilidad y el esfuerzo exigido.
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