El síndrome del impostor,cómo manejarlo

Es inevitable magnificar nuestras capacidades y cualidades cuando se trata de nuestro curriculum o cuando se opta a un puesto que supone una promoción profesional.

Cuando ocurre el síndrome del impostor se tiene la sensación de que representamos una pose, o que somos indignos o no estamos cualificados para el desempeño que nos han encargado o el pueso al que hemos postulado.

Cómo gestionar el síndrome del impostor

La próxima vez que te sientas esta sensación conviene que tengas en cuenta:

  • Reconoce los beneficios de ser un novato

Siempre hay algo positivo de ser nuevo en tu campo. Cuando uno no está empapado de la sabiduría convencional de una profesión o industria determinada, puede plantear cuestiones que antes no se han planteado o acercarse a los problemas de otras maneras no han pensado.

  • Adopta una mentalidad de aprendizaje

Concéntrate más en lo que estás aprendiendo más que en tu rendimiento. Aprecia que tus limitaciones y pasos erróneos te ayudan a desarrollarte.

  • No estás solo

Si te sientes como un impostor, lo más probable es que otros en tu situación se sientan de la misma manera. Lo más importante es no sentirse como un fraude y no sentirse mal por ello.

Por regla general, esta sensación de impostor, está íntimamente relacionada a nuestra aversión al cambio y a salir de nuestra zona de confort.

Imagen | geralt En Pymes y Autónomos | Combatir las resistencias al cambio

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