Un par de semanas atrás, los trabajadores de la red social profesional Linkedin organizaban una jornada en la que cada uno llevaba a sus padres a las oficinas de la empresa. El objetivo era hacer partícipes a la familia más directa de las tareas del día a día. Pero, realmente, ¿por qué puede ser esa una buena idea?
La tecnología y, particularmente, Internet ha cambiado por completo el panorama laboral. Una parte importante de los trabajos de hoy no existían hace apenas dos décadas. Eso hace que las generaciones más veteranas se vean, en cierta manera, aisladas. Esas generaciones son, a la postre, los padres del grueso de los empleados de hoy.
A esta realidad, Linkedin le puso cifras a través de una encuesta global, que resultan, cuando menos, elocuentes:
- Uno de cada tres confiesa que no está completamente familiarizado con lo que su hijo hace para ganarse la vida.
- La mitad cree que sería de mucha ayuda si conociese esos entresijos.
Pero, ¿por qué sería de ayuda? Principalmente porque conocer esas claves del día a día de ese trabajador, permitirá ayudarle en la toma de decisiones, en la gestión de las emociones... El círculo más cercano, en el que se incluyen los vínculos familiares directos, es clave en todo ello.
Por supuesto, ni todas las empresas necesitarían una iniciativa así (pues hay muchas que mantienen trabajos 'tradicionales'), ni todos los padres desconocen por completo la tarea del día a día de su hijo. Pero sí sería interesante plantearse si en el negocio propio podría ser beneficioso involucrar a la familia más directa.
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