El estudio de la empresa de recursos humanos Randstad sobre el sector de la hostelería arroja algunos datos muy curiosos. Entre ellos podemos destacar que un 72% de los encuestados afirma que tienen problemas para encontrar personal formado a pesar de realizar una buena oferta dentro del sector.
Y esto es especialmente problemático en un sector que da empleo a 1,85 millones de personas, lo que supone un 9,5% de los ocupados. Si además tenemos en cuenta que más de la mitad de las empresas tienen previsión de contratar más personal en los próximos meses, el problema se agrava.
Porque siempre que pensamos en déficit de talento lo asimilamos a nuevas tecnologías, sectores emergentes, robótica, Inteligencia Artificial o Big Data, pero no tanto a personal de sala, de cocina o especialistas en la gestión de un negocio hostelero.
Porque tal y como afirman las empresas del sector de la hostelería, el déficit de talento se manifiesta tanto en los perfiles de trabajadores más cualificados, como en aquellos que no necesitan una cualificación tan alta. Y esto supone un problema para el crecimiento de muchas de estas empresas.
Porque además en muchos casos se enfrentan a un índice de rotación alto, especialmente si la oferta económica no está a la altura del sector. Y aquí hay que tener en cuenta no solo lo que se ofrece en nómina, sino un reparto de propinas que no suele constar pero que en muchos casos es casi más importante que el salario.
Especialmente en los locales enfocados a turistas extranjeros, más acostumbrados a dejar una propina más generosa que en España. Esto supone un hándicap para retener a los trabajadores, que saben que en la temporada turística pueden sacar dinero para compensar no trabajar todo el año, como ocurriría en otros negocios más enfocados hacia un público local.
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