Cuando se habla de los autónomos que no llegan al SMI se incluyen en su gran mayoría todos aquellos que acaban de empezar con un negocio o a trabajar por cuenta propia. No se trata solo de tener ganancias, sino de que trabajar por nuestra cuenta resulte más rentable que hacerlo por cuenta ajena.
En muchos casos han empezado a hacerlo mientras estaban empleados en una empresa. En otra ocasiones han convertido su afición en su trabajo. Aquello que hacían por gusto, se ha convertido poco a poco en su ocupación principal. Pero para ello hay que cruzar el umbral de ingresos que haga nuestro negocio viable.
¿Cuándo debemos iniciar el negocio? ¿Cuándo dejar nuestro trabajo para dedicarnos por completo al mismo?
Lo habitual en muchos casos es iniciar el negocio, al menos en estado embrionario sin darse de alta en Hacienda o la Seguridad Social. Esto puede ser un problema a largo plazo, pero también a corto, más ahora que todavía se puede utilizar la tarifa plana de 50 euros. Es una mala idea, ya que de no hacerlo no solo pagamos menos, sino que no podemos aplicarnos deducciones de gastos.
Después tienes que plantearte reducir al máximo estos gastos fijos. Es importante iniciar con un perfil bajo, pero que nos permita crecer a medida que los clientes vayan llegando. Un menor coste inicial, hará que rápidamente el negocio sea rentable.
Respecto a los clientes es la mejor forma de financiar el negocio. Si acudimos a fuentes externas y los clientes no llegan será un problema. Pero si estamos pensando en dar el salto por nuestra cuenta seguramente ya contamos con un puñado de ellos. La cuestión está en ver si la dedicación al 100% de dicho negocio nos traerá nuevos clientes. Y también ver el coste de adquisición de los mismos.
La mejor fuente de financiación, tus clientes
Por este motivo es fundamental tener previsto un plan de marketing.Si dependemos del boca a boca no gastamos dinero, serán nuestros clientes los que nos traigan a otros nuevos. Lo malo es que el proceso será necesariamente lento y en muchos casos serán los ingresos de estos clientes los que nos tendrán que bastar para subsistir hasta aumentar su número. Por eso es necesario invertir en un plan de marketing.
No podemos dejar el destino del negocio en la decisión de si el cliente decide abrir o no la puerta de la tienda, de que nos recomienden porque han quedado encantados con nuestro trabajo. Es fundamental dedicar presupuesto tanto a atraer nuevos clientes, como a aumentar el gasto de los que ya tenemos.
Imagen | Paco