Cuando se realizan acciones de email marketing los objetivos que se persiguen suelen ser conseguir la acción de compra en un sitio eCommerce, solicitar información, darse de alta en alguna web o solicitar que el usuario pruebe una aplicación (sea beta-tester) de un software o un juego.
La fórmula más habitual de conseguir estos propósitos por su efectividad, presencia y flexibilidad es la utilización de una landing page o página de aterrizaje. Es decir, un sitio web pensado para ser el destino de, bien un email o bien cualquier otra herramienta de marketing online que nos permita redirigir al cliente hacia una web (banners, anuncios, Google AdWords, etc….)
La finalidad de una landing page es que el cliente encuentre sólo la información que necesita y nada más, con motivo de no desviar su atención de compra. Por este motivo al usuario se le dirige a la "landing" en lugar de a la web corporativa, para que el potencial cliente tenga acceso a la información que le sea de utilidad.
Del mismo modo que un comercial no le cuenta al cliente todos los productos de los que dispone sino solo aquellos que puedan resultarle interesantes, en Internet se sigue el mismo proceso. De este modo, al cliente se le dirige hacia la información que se le quiere mostrar, evitando que pueda navegar a otras páginas o secciones de nuestra web que pudieran distraer su atención de la acción de compra.
Aunque no hay que obviar el "Artículo 21.1 de la Ley 34/2002" (PDF), lo cierto y verdad es que el email marketing es una estrategia que las empresas utilizan y por eso es conveniente conocer y tener unas nociones básicas para poderla aplicar y rentabilizar la acción.