Realizas una compra online y quedas satisfecho. Te invitan a que te suscribas para mantenerte informado de las novedades, descuentos o promociones y aceptas. Todo va bien. Al principio recibes un correo al mes. No molesta y la información es interesante.
Pero pasado un breve espacio de tiempo comienzas a recibir correos cada quince días, incluso uno cada semana. Utilizas ese correo por trabajo y no tardas ni medio minuto en clasificarlo como spam y darte de baja. ¿Cómo se cometen esos errores tan básicos en el email marketing?
Que el cliente confirme su correo no le convierte en la diana de correos semanales
Los procesos de suscripción a listas mediante Double opt-in se basan en dos pasos:
Rellenar el formulario con nuestros datos personales, donde dejamos nuestro correo electrónico.
Recibimos un correo de confirmación a la dirección proporcionada, para confirmar que queremos suscribirnos a dicha lista.
¿Pero eso nos convierte en clientes entregados en cuerpo y alma a las técnicas de marketing que se le ocurra a una empresa? No. Y ahí radica el problema. El creer que por confirmar un correo damos nuestro consentimiento a que nos bombardeen con promociones absurdas.
Evitar palabras que llaman a los filtros antispam a actuar
Por poner un ejemplo: una farmacia.Venden productos naturales, ¿pero los consumimos a diario? No. Hacemos una compra y nos puede servir perfectamente para varios meses.¿Por qué voy a consumir productos de farmacia todas las semanas?
Ya vivimos en una sociedad donde todo va tan rápido que causa vértigo, para recibir mensajes además de estéticamente de dudoso gusto, con palabras del tipo: gratis, regalo, dinero, ayuda, urgente, aprovecha hoy, obtén ahora, pierde peso, sin riesgo, garantía, menor precio, oferta, rebajas, ahorra, deuda, casino, has ganado.
Personalmente, agradezco que me llegue un email bien estructurado, fácil de leer y con información relevante una vez al mes que dos cada quince días porque me recuerdan a esos dependientes que te persiguen por unos grandes almacenes para ver si compras o compras.
Imagen|Pixabay