Si, estamos en el siglo XXI. Lejos quedaron la explosión de las punto com. cuando todas las empresas competían por tener sus primeras páginas web, con grandes promesas pero poco estudio de retorno de la inversión. Pero ha pasado mucho tiempo. Internet está presente en nuestras vidas y la realidad es que todavía hoy existen muchas empresas sin página web.
Es cierto que hoy en día hay más alternativas que la propia página. La portada de Facebook puede servir a los propósitos de dar información general sobre nuestro negocio, novedades, estar en contacto con los clientes, etc. Pero en muchos casos tampoco se utiliza. Hablamos de negocios que renuncian a su presencia en Internet.
No se trata ya de un tema de capacidad de inversión, sino de que sus clientes están en otros lados. Los captan más por el boca a boca, por un marketing más tradicional que otra cosa. Esto les hace también ser negocios más cercanos, pero a la vez renunciar a todas las ventajas que puede tener para ellos la digitalización.
Muchas veces contactar con sus clientes a través de correo electrónico ya les va justo. En muchos casos los clientes simplemente prefieren una comunicación directa, una llamada de teléfono y una cita para verse con ellos. Y parte de esta desconexión digital es también por lo que necesitan a estas empresas.
Un ejemplo, un albañil que tiene que ha delegado a una asesoría sus temas fiscales, laborales, etc. para que le presenten sus impuestos, modelos o le ayuden si tiene que contratar trabajadores. Este profesional en muchos casos no utiliza Internet. Ejecuta sus trabajo, reúne sus facturas y gastos y se las lleva al gestor. La gestoría que tiene este perfil, ¿necesita una web? Al menos no para captar clientes.
Pero tampoco le ayudarán herramientas que faciliten el intercambio de información con los clientes a través de este medio. De poco servirá que dispongan de una plataforma donde el cliente puede enviar las facturas digitales, si todas están en una carpeta AZ como hace 30 años. Son negocios para los que Internet es más un incordio, por las obligaciones de la administración digital que una ayuda.
Y sin embargo, renunciar a la web por este tipo de clientes, también implica que se abandona otro segmento al que se podría captar que si utiliza este medio. Este es el principal problema. No que tu negocio no funcione, sino que crece menos de lo que podría porque el boca a boca digital no se trabaja. Y la competencia si lo hace.
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