En estos tiempos de crisis en los que la mayoría de las empresas están intentando buscar 'filones' que les permita una reducción de sus costes operativos, siendo especialmente señalados los ligados a los emolumentos y salarios que perciben los trabajadores. Pues bien, en este escenario me ha llamado la atención las palabras del presidente de la sociación de empresarios de Guipúzcoa, Peio Guibelalde, al señalar a los costes laborales como freno a las inversiones en el País Vasco.
De tal manera que el marco regulatorio, la escasa flexibilidad, e incluso unos sueldos supuestamente más elevados que la productividad que generan esos empleos, siguen siendo el mayor problema para los empresarios. En mi opinión, este análisis resulta un tanto pobre, porque a pesar de la reforma laboral, y las rebajas de sueldos que se han practicado, me resulta cuanto menos curioso, que los costes laborales supongan el mayor lastre para para inversiones empresariales.
Quizás deberíamos plantearnos otros análisis como la presión fiscal que soportan las pymes, que pagan una cuantía de impuestos muy superior a la de las grandes empresas en términos relativos, que la burocracia a la hora de realizar trámites administrativos resulta muy compleja para cualquier empresario, especialmente para los extranjeros que han de lidiar con un entramado de tres administraciones, que en muchos de los casos, no se entienden entre sí.
Es más, si comparamos la retribución que perciben los empleados de una ocupación profesional entre países como España, Inglaterra o Alemania, de lejos se aprecia que el menor sueldo es el que se puede conseguir en España. ¿No será que existen algunas otras barreras? O quizás, sigamos sin querer ver los verdaderos problemas con los que cuentan nuestras empresas y que les impiden arrancar.
En Pymes y Autónomos|Los costes laborales, por debajo de la media Imagen|Daily motivation