Pero ¿qué ocurre cuando en esa búsqueda sólo encuentras información negativa tanto por parte de los clientes externos como de los internos? Esa empresa antes de publicar una oferta ¿sabe qué dice Internet de ella? Es evidente que no. Porque si se hubiera molestado en hacer una sencilla búsqueda, sabría que lo que trata de ocultar a los futuros trabajadores es conocido por el universo virtual y éste junto al real van de la mano. Descuidar estos aspectos básicos demuestra poco interés en el cuidado de su imagen y lo que proyecta.
Imaginemos a una persona que recibe una llamada. Le ofrecen un puesto de promotor y le añaden que tendrá un sueldo fijo además de las comisiones. En principio suena bien, sobre todo si no tiene ningún ingreso a fin de mes y se busca empleo desde hace tiempo. Supongamos que le dan alguna explicación más, el día, la hora y que pase por una oficina que no corresponde a la empresa con la que trabajaría.
No es algo nuevo el hecho de no ser contratado directamente por la empresa. Ahora visualicemos al sujeto que piensa un poco más ilusionado que hace unas horas en esa entrevista. Repasa los datos anotados en su libreta y siente curiosidad. ¿Esta empresa será conocida por mucha gente? ¿Qué opinión tendrán si han trabajo allí?
El siguiente paso será el de abrir su portátil y consultar. Todos queremos referencias, información y cuanta más, mejor. El caso es que al escribir el nombre de la organización su pantalla se llena de muchos resultados ¡y ni uno solo es positivo! Foros dedicados en exclusiva a su "futuro lugar de trabajo" han sido creados por diversos motivos: no pagan, el trato es humillante, la información que dan en las entrevistas no se asemeja a la realidad.
Sé que no descubro nada para el que anda en la búsqueda activa de empleo, pero sí sería recomendable que además de solucionar los conflictos con antiguos trabajadores, nuestra empresa protagonista, tuviera presencia en la red para contestar a toda esa cantidad de gente que habla mal (y con razón seguramente) de ella.
Si ofertamos una vacante y hacemos bien ese paso, pero no cuidamos lo que se dice de nosotros, es más que probable que las pocas ganas de buscarse problemas o de la posibilidad de no cobrar como les ha sucedido a otros, empujen a muchos candidatos a no acudir a ninguna entrevista.
Insisto en que gustar a todos los empleados es difícil. Pero cuando en diez páginas en Internet no tropiezas con un comentario favorable, obviamente algo falla. Algunas empresas confunden la necesidad de encontrar un empleo con subestimar la inteligencia del desempleado. Si bien éste necesita dinero, también salud, y si se le van a quitar además de no pagar por sus servicios que no se extrañen de que en un proceso de selección al final no acudan ni la mitad de los convocados.
En Pymes y Autónomos|Bucea por la red,Que hablen de mí, aunque sea bien
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