Hacer que tu próxima presentación sea más convincente se puede lograr centrándote en tres actores principales: el villano, la víctima y el héroe.
Por poner un ejemplo, en el software, el villano puede ser programas lentos o poco estables, las víctimas son usuarios frustrados, y el héroe es una tecnología nueva o actualizada que funciona correctamente y eficientemente.
En la fabricación, el villano pueden ser los costes o los productos defectuosos, las víctimas son los consumidores que pagan por ellos, y el héroe es mercancía segura que se comporta como se prometió.
Cuando estás contando una historia, pinta un cuadro colorido de las dificultades de tus cliente. Si representas la situación del consumidor en términos comprensivos, entonces la "virtud" de la organización alcanzará la misma resonancia tanto dentro como fuera de la empresa.
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