Frente a los vendedores de humo que predican que emprender es la solución y que hay que crear legiones de emprendedores y los derrotistas que ven todo negativo y pintan el panorama tan negro que sólo los locos se atreverían, véase el último programa de Salvados, hay una realidad diferente en lo que concierne a la actividad emprendedora.
Como siempre unos tienen razón en algunas cosas y otros en otras, pero en la práctica nada es tan extremo y si es verdad que hay luces y sombras en el hecho de emprender y que toda persona que se plantee establecer un negocio por su cuenta debería conocer.
De todas las opciones que una persona tiene ante sí para buscar su sostenimiento económico el emprendimiento es la más complicada. Por muy difícil que esté encontrar empleo por cuenta ajena en cualquiera de sus modalidades esos obstáculos no son comparables con lo que supone montar un negocio. El nivel de riesgo, dedicación o incertidumbre no es comparable, pero tampoco los efectos del éxito una vez que éste se alcanza.
Emprender no está al alcance de todos y para afrontar esta tarea se necesitan una serie de condiciones profesionales, personales y anímicas muy determinadas. ¿Significa eso que ciertas personas nunca darían el perfil necesario para conseguir el objetivo? No, yo creo en la capacidad de adaptación de la gente, con formacición, capacitación y mentalización la mayor parte de la gente podría intentarlo con ciertas garantías.
El empleo por cuenta ajena te aporta estabilidad y sostenibilidad económica (por lo menos en teoría) y nada eso lo va a tener el emprendedor. Sin embargo el emprendedor tendrá la libertad de realizar su trabajo a su manera y podrá obtener aquellos recursos económicos que pueda generar (probablemente inestables pero también ilimitados frente al techo de retribución que tendrá trabajando para otros).
Las dificultades que el sistema ofrece son reales en algunos casos. Desde luego este sistema es claramente mejorable y frente a otros países estamos el desventaja. Sin embargo eso no sirve como disculpa, el éxito o fracaso de un emprendedor se debe en la mayoría de las veces de la capacidad de uno mismo para desarrollar y gestionar ese negocio.
Por tanto emprender es un reto difícil y las condiciones externas lo pueden dificultar un poco más, pero hay un montón de oportunidades para hacerlo y hacerlo bien. Ni emprender en España es un infierno ni es la panacea, hay un montón de grises entre el blanco y el negro.
En Pymes y Autónomos | Los verdaderos problemas para los emprendedores Imagen | SeedRocket_