El miedo y los problemas son inevitables pero si eres capaz de afrontarlos y encontrar soluciones al final acaban por convertirse en oportunidades.
Nuestra actitud frente a las vicisitudes pasa por ser la principal trampa que tenemos y, en muchas ocasiones, nos acaba por hacer fracasar.
La más recurrente de las limitaciones que nos establecemos es que sin dinero no se consigue nada. Si piensas que la falta de recursos es algo negativo es que te fala perspectiva, y no estás esforzándote los suficiente para generar oportunidades y desarrollar tu proyecto.
Otro de los obstáculos más comunes es la complacencia, que nos lleva a sentir la derrota ants de haber fracasado y sentirnos incapaces de revertir la situación.
Y cómo no, no contar con los contactos que nos ayuden en nuestros proyecto. Indudablemente, tu vales lo que tus contactos valen, si no los tienes, debes de crear tu red de contactos para que te habiliten a alcanzar tus propósitos.
En cualquier caso, ser conscientes de nuestras limitaciones es de gran utilidad si sabemos utilizar y nos sirven para convertir nuestras debilidades en fortalezas, si las identificamos y se quedan como están estamos ante un grave problema.
Imagen | Chris Potter En Pymes y Autónomos | El poder de la negación