Según el informe Employment Outlook 2012 realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el número de horas que de media se trabaja en los países que forman parte de la OCDE fue de 1.776 en el año 2011.
Los cuatro países donde más horas se trabaja anualmente son Méjico (2.250), Corea (2.193), Chile (2.047) y Grecia (2.032). En Hungría, Polonia y Estonia se superan las 1.900 horas anuales, mientras que Israel y Turquía están muy por encima de las 1.800 horas. Eslovaquia registra 1.793 horas y Estados Unidos, país que en el imaginario colectivo aprece como en el que más horas dedican a trabajar sorprende con una cifra de 1.787 horas, escasamente por encima de la media.
Los países que se sitúan por debajo de la media son casi todos europeos, empezando por Italia y la República Checa, que comparten 1.774 horas. Nueva Zelanda llega a 1.762 y en Japón se alcanzan las 1.728 horas de trabajo al año. Canadá se queda en 1.702 y Australia en 1.693.
En España, estamos por debajo de la media, computándose 1.690 horas de trabajo al año. Entre los siete países de la OCDE con el menor número de horas trabajadas al año están Bélgica, Irlanda, Dinamarca, Francia y Noruega, pero, sobre todo, Alemania con 1.413 y los Países Bajos con 1.379 horas.
Con respecto a la cifra española damos por supuesto que son horas oficiales y que las horas extras, como mayoritariamente no son retribuidas en nuestro país, no están computadas. De cualquier manera, es importante ver que cuando se indica que en España no somos productivos, datos como éstos revelan que lejos de ser un tópico, es la cruda realidad. No consiste en trabajar más, si no en trabajar mejor.